La Corte de Apelaciones de Concepción ordenó al Banco de Chile cerrar la tarjeta de crédito otorgada a una mujer pensionada, quien denunció haber sido engañada en la entrega del documento, por el que ha tenido que cancelar cobros anexos equivalentes al tercio de su jubilación.

Mireya Ramírez Alegría denunció que recibió la tarjeta Visa Entel pero sin que se le informara de dos seguros adicionales y un costo de comisión y mantención por 32 mil pesos, monto igual al 33% de los 96 mil pesos que recibe como pensión.

Sin desconocer el uso de la tarjeta de crédito, pero al percatarse de los cobros anexos, pidió al Banco de Chile cerrar la cuenta, argumentando la baja jubilación recibida como pensionada del ex Servicio de Seguro Social, lo que fue rechazado por la institución emisora del plástico.

La acción legal fue acogida por el tribunal de alzada, al concluir que la entidad bancaria actuó arbitrariamente –“conducida por sus intereses económicos”-, ordenando invalidar la tarjeta, cobrar la deuda por el uso, pero absteniéndose de seguir cobrando las mensualidades por concepto de seguros, comisión y mantención.