Cansados están los usuarios por la demora en el visto bueno y pago de licencias médicas. Las críticas apuntan a la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin), que se defiende planteando la alta recarga de licencias y la rotación de sus médicos contralores.

Gina Sepúlveda de Chiguayante ha estado preguntando por su licencia desde que fue mamá, hace dos meses.

Dice que con el prenatal no tuvo problemas, pero el postnatal está impago y ya no puede más con la presión para que ella pueda cumplir con sus compromisos.

Las licencias de Gina están a la espera de ser visadas por la Contraloría médica, mientras la tensión con los funcionarios de la Compin aumenta.

También Jessica Bello sabe de estas respuestas. Desde fines de junio no le pagan sus licencias, ni a ella, ni a los que están en sillas de ruedas, otros con mascarillas, otros ya mayores, que entran y salen enrabiados de las oficinas. Los médicos contralores son el problema le explicaron.

Consultados en la Compin, apuntaron a que el servicio tiene hoy una alta carga de licencias médicas en trámite que en el primer semestre alcanzaron a las 95 mil 868, lo que si bien lograron reducir en 12 mil, deja un arrastre del 10% pendiente.

Las razones apuntan efectivamente a la alta rotación de médicos contralores, a que las licencias aumentaron en 27% respecto al 2015, a la entrada en vigencia de la licencia electrónica y a las 31 mil que ingresaron en julio.

El presidente de la Compin, David Vargas, señaló las estrategias que se están implementando al respecto.

Los desafíos de la institución para este año apuntan a mejorar los tiempos de respuesta en resolución, aumentar el porcentaje de licencias médicas de pago directo resueltas en menos de 25 días y agilizar los tiempos de respuesta de apelación.

Mientras eso no se note, casos como los de Gina y Jessica adoptarán otros nombres, pero seguirán dejando la estela de desesperación en la gente.