Con prohibición inmediata de funcionamiento quedó un hospedaje con deficiencias de salubridad en Quilpué, que era ocupado por más de 10 ciudadanos de nacionalidad haitiana y dos chilenos, sin contar con la autorización sanitaria correspondiente.
Tras una denuncia ciudadana, las autoridades provinciales, funcionarios de la Policía de Investigaciones y de la Secretaría Regional Ministerial de Salud constataron un estado sanitario deficiente tanto de habitaciones como de los espacios de uso común, de los servicios higiénicos y del entorno de la vivienda, ubicada en la calle Aníbal Pinto.
En el lugar había acumulación de fecas y orina tanto humanas como de animales, residuos sólidos domésticos, objetos y artefactos en desuso, además de restos de alimentos en descomposición y servicios higiénicos saturados de residuos humanos, sin posibilidad de evacuación al alcantarillado.
De acuerdo a Christian Cárdenas, gobernador provincial de Marga Marga, los haitianos que vivían en el lugar se estarían reubicando por sus propios medios.
Las autoridades recomendaron que todo aquel que pretenda arrendar sus viviendas a migrantes o chilenos primero debe someter el inmueble a revisiones y, obviamente, contar con las autorizaciones sanitarias pertinentes.
Este domicilio, que se dividía en habitaciones, no contaba con agua potable y mantenía instalaciones eléctricas deficientes y sin conexión a la red.
Junto con ello, la propiedad es colindante con un restorán y con un jardín infantil.
