Hasta el próximo lunes se postergó la votación de las autoridades del Gobierno Regional, donde el intendente Gabriel Aldoney y diferentes Seremis deberán rechazar o aprobar la recomendación de rechazo que el Servicio de Evaluación Ambiental realizó en torno al proyecto de instalación de una central termoeléctrica de respaldo, en el sector Quebradilla en La Ligua.

Un grupo de vecinos y medioambientalistas llegó al lugar para esperar la votación, pues ellos se oponen al proyecto principalmente por el alto impacto que tendría para la provincia de Petorca esta central que considera 32 motores generadores que suman 48 MW y que se conectará al Sistema Interconectado Central.

Esta intervención vendrá a vulnerar el bosque nativo y las especies endémicas de la zona, indicó Miguel Pèrez, vocero del Movimiento “No a la Termoeléctrica en Quebradilla”.

Mientras los representantes de las organizaciones sociales liguanas se manifestaban en las afueras del edificio sede del Gobierno Regional, la consejera regional de la provincia de Petorca y miembro de la Comsión de Medio Ambiente, María Teresa Cerda, compartió el malestar de los vecinos.

En ese sentido, argumentó que se trata de una energía sucia y que afectará no solamente la salud de las personas, sino que también disminuirá las oportunidades laborales de los productores menores de la zona.

El proyecto tiene por objetivo captar y transformar la energía solar en energía eléctrica para ser inyectada al Sistema Interconectado Central (SIC).

El proyecto ha sido fuertemente cuestionado por la comunidad, ya que argumentan que la termoeléctrica generará contaminación ambiental en una zona donde la calidad del aire ya no es òptima, debido a que allí existen tambièn los centros de acopio de guano de la empresa Sopraval y con esto se podría generar un efecto de saturación en la zona.