La comunidad científica analiza con preocupación el desprendimiento del glaciar Grey y aseguran que en el mediano plazo no será posible mitigar el calentamiento global y sus efectos. Ello, podría incidir en un aumento de las tormentas extremas, huracanes, olas de calor y sequías.

Son 350 por 380 metros los que se desprendieron del glaciar Grey, lo que fue registrado en los últimos días por funcionarios de Conaf, causando gran revuelo a nivel internacional.

Se trata de un enorme fragmento correspondiente a la parte frontal de esta masa de hielo ubicada en el Parque Nacional Torres del Paine, que además de ser un enorme atractivo turístico, es una reserva natural de agua dulce.

Las razones están siendo analizadas por la comunidad científica, pero existe concordancia en que es un efecto del cambio climático.

El glaciólogo del Instituto Antártico Chileno, el doctor Ricardo Jaña, indicó que se trata del desprendimiento más grande de un solo gran bloque del que se tenga registro en los últimos años.

Para el doctor Raúl Cordero, investigador antártico y especialista en cambio climático de la Universidad de Santiago, se trata de una tendencia irreversible y que afectará principalmente a naciones costeras en donde se podrían incrementar las inundaciones, mientras que en el resto del mundo, podría haber un aumento de los fenómenos climáticos extremos.

Con preocupación miran en la zona el derretimiento de éste y otros bloques de hielo, así como la disminución en la nieve caída año a año, así lo indicó el intendente de Magallanes, Jorge Flies.

María Jesús Martínez, vocera de la Coordinación de Territorios por la Defensa de los Glaciares, criticó la falta de protección del medio ambiente por parte de este Gobierno y celebró que no se haya avanzado en la ley de Protección y preservación de glaciares, la que a su juicio, va en desmedro de los ecosistemas y de las comunidades más vulnerables.

Según los expertos, los glaciares actualmente tienen un balance negativo, ya que pierden más hielo por derretimiento del que ganan por acumulación de nieve.

Además, advierten que si el fragmento se disgrega en pedazos más pequeños podría transformarse en un obstáculo para la navegación del lago Grey, cuya longitud no supera los 13 kilómetros.