Este miércoles el Tribunal de Punta Arenas determinó condenar a Diego Molina a presidio perpetuo simple, bajo los cargos de homicidio con alevosía y ensañamiento. Luego que la investigación de Fiscalía diera cuenta que Molina es el autor del asesinato de Priscila Vera, quien murió tras recibir más de noventa puñaladas efectuadas por el condenado.

El hecho se desarrolló la mañana del 28 de octubre de 2015, cuando Molina llegó hasta una hostal de Puerto Natales y se registró con un nombre falso. Luego, cerca de las 19:00 horas y con un arma blanca oculta entre sus ropas, se dirigió hasta el local comercial en que trabajaba la víctima, El Vergel.

En el lugar, los jóvenes sostuvieron conversaciones por cerca de una hora, donde acordaron consumir droga juntos. Priscila, al terminar su jornada laboral, se traslada en un taxi junto a Molina hasta el sector de Huertos Familiares -zona alejada del centro de la ciudad- lugar donde comenzó el ataque.

Por razones que se desconocen, Molina le propinó 94 estocadas en diversas partes del cuerpo a Vera, incluyendo ojos, cuero cabelludo y manos. Entre los cortes, el joven hirió la vena yugular izquierda de Priscila, lo que le provocó una anemia aguda.

Tras el cometido, el atacante huye del lugar dejando a la mujer yaciendo en un predio eriazo. A raíz del desangramiento, Priscila falleció en el lugar.

Mientras Vera pasaba sus últimos minutos de vida sola y desangrada, en el gélido clima patagónico, Molina se trasladó hasta la hostal y se lavó el cuerpo y sus ropas, tratando de borrar cualquier prueba que pueda vincularlo con el fatal ataque. Al día siguiente, toma un bus con dirección de Punta Arenas, donde finalmente fue apresado por la Policía de Investigaciones en un bar de la ciudad.

Luego de su detención, Fiscalía desarrolló una investigación que esclareció que Molina cuenta con un nutrido prontuario policial de 34 condenas, por delitos de robo con intimidación, violencia y usurpación de nombre en Punta Arenas, Puerto Montt y Temuco, siendo la formalización del delito número 35 la que le otorgó la cadena perpetúa por el fatal ataque contra Priscila Vera en Puerto Natales.