La policía detuvo a un guardia de seguridad que aprovechándose de la discapacidad mental, abusó de cuatro menores con edades entre 14 y 17 en Pelarco.
Los hechos ocurrieron al menos en 10 ocasiones entre los años 2014, 2015 y 2016. Motivo por el que el imputado de 43 años, Alejandro Antonio Herrera Aravena, fue detenido por detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI de Talca.
A petición de la fiscal, Carmen Gloria Manríquez, el detenido quedó en prisión preventiva en la cárcel de Talca, por constituir un peligro para la seguridad de la sociedad.
Así lo determinó la jueza, Marta Asiaín, del Juzgado de Garantía, quien fijó el plazo de la investigación en tres meses por los delitos reiterados de abuso sexual y estupro.
Los invitaba a su casa
La fiscal explicó en la audiencia que los delitos ocurrieron tanto en el domicilio del imputado, en San Rafael, como en las casas de las propias víctimas y en el baño de uno de los colegios.
Para ello, el detenido se aprovechaba tanto de la discapacidad de las víctimas como de su abandono social y familiar.
“El imputado tiene una hija que también estudia en estos colegios con planes de integración. La menor pololeaba con estos niños, en cuyo contexto, llegaron a la casa del detenido, quien los invitaba a dormir a su casa e incluso les compraba los útiles escolares, comenzando un proceso de seducción con las víctimas”, dijo Manríquez.
Añadió que el imputado declaró ante la policía, renunciando a su derecho a guardar silencio, confesando su autoría en los graves ataques sexuales.
El comisario, Marcelo Muñoz, de la PDI de Talca, destacó que “podríamos decir que para los niños esto era como un juego. Hasta el momento, llevamos estos cuatro estudiantes como víctimas, pero no descartamos que se suman nuevos hechos.
También precisó que el detenido registra condenas antiguas y cumplidas por delitos de daños y violación de domicilio.
