Tal como existen restricciones de la autoridad sanitaria para fiscalizar a los establecimientos de salud de las Fuerzas Armadas, desde la Superintendencia del ramo también indicaron que tienen competencias limitadas, relacionadas con recintos como -por ejemplo- el Hospital Naval de Talcahuano.

No obstante, si voluntariamente decidieran acreditarse, deberían ser fiscalizados por el organismo de Estado.

Ello sería sólo una parte de una situación revelada luego que fiscalizadores de la Seremi de Salud no pudieran verificar el estado de un equipo al interior del Centro Médico del Ejército en Concepción.

Consultados en la Superintendencia de Salud, señalaron que sus competencias son también “bastante limitadas” respecto al subsistema de los recintos asistenciales de las Fuerzas Armadas y de Orden.

Lo anterior, debido a que ellos tienen sistemas de control propios, y son esos comandos de salud los que velan por el cumplimiento de las normativas, excepto en la observancia de la Ley de Derechos y Deberes del Paciente, que es de resorte de la Superintendencia.

No obstante, dicha excepción ha sido en todo caso bien recepcionada por recintos como el Hospital Naval, según señaló el agente zonal de la Superintendencia de Salud, Ernesto San Martín, quien agregó que el recinto hospitalario de la Armada no está acreditado ni obligado.

Sin embargo, San Martín valoró que desde el recinto haya un estrecho acercamiento con el organismo que él dirige, y ya se han realizado charlas y capacitaciones, porque existe la posibilidad cierta de que voluntariamente accedan a la acreditación.

Por lo anterior, la autoridad explicó que -en tal caso- las cosas cambian.

Son las condiciones “especiales” de los recintos asociados a las Fuerzas Armadas, que podrían entrar en los procesos de los establecimientos del resto de los chilenos.

Lo anterior, podría ser una buena noticia en momentos donde la seguridad y calidad de las prestaciones no debieran discriminar entre pacientes de Fonasa, Isapre o castrenses, o sea, entre los que usan uniforme y los que no.