Luego de los incidentes ocurridos la semana pasada en el penal Colina II, donde resultaron heridos al menos 30 internos y 10 gendarmes, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Branislav Marelic, se sumó a la preocupación por las condiciones que presentan ésta y otras cárceles.

Hoy hay tres profesionales del instituto trabajando en el penal, encargados de revisar la situación de los funcionarios que ahí se desempañan y de los internos.

Primero, dijo Marelic, hay que hacerse cargo de un problema de hacinamiento que es generalizado en el país y que es, a su vez, causa de otros inconvenientes que se producen al interior de estos recintos.

La pregunta es, dijo el director del instituto, cómo se puede redistribuir a la población penal si las cárceles están repletas. “Nos hace pensar sobre usar otras formas de sanción penal y no solamente el encarcelamiento“.

Respecto del penal Colina II y de los últimos hechos allí vividos, el director del INDH afirmó que hay antecedentes que esperan despejar para así poder analizar las acciones que pueden tomar al respecto como instituto.

“Nosotros hemos conocido varios casos, se han difundido fotografías de internos con heridas de perdigones. Nosotros también hemos conocido, y se ha difundido también, un caso de un interno que fue golpeado con un escudo en la tráquea y al parecer está grave, y también una persona apuñalada. Situaciones todavía bastante confusas. Estamos depurando la información para analizarla, pero al parecer la situación en Colina II sigue siendo muy compleja, estamos esperando que esta situación se normalice para ver las acciones que nosotros podemos tomar”, dijo.

Respecto de la petición de más personal por parte de la Asociación de Funcionarios de Gendarmería, que se encuentran en jornada de reflexión, Marelic dijo que puede ser una medida al corto plazo, para descomprimir la tensión, pero insistió que a largo plazo lo que se debe abordar es el hacinamiento de la población penitenciaria y revisar los procedimientos de gendarmería y la formación de sus funcionarios.

“Independiente de que se inyecten más funcionarios a Colina II, va a aumentar el hacinamiento, y los mismos funcionarios no van a tener espacios dignos donde desempeñar su trabajo”, recalcó.