Con la presencia de la viuda, Ángela Jeria, se discutieron en la Corte Suprema las condenas por la muerte por torturas del general Alberto Bachelet registrada en marzo de 1974.

En la investigación, a cargo del ministro Mario Carroza, se estableció que el padre de la presidenta, tras el Golpe Militar de 1973, permaneció detenido en la ex Cárcel Pública, mientras era sometido a juicio por sedición ante su negativa de respaldar al nuevo régimen.

Desde el recinto penitenciario era trasladado diariamente hasta el Academia de Guerra Aérea donde fue interrogado bajo tortura, según el expediente.

La viuda del general destacó la confianza que ahora tiene en el Poder Judicial.

El juez Carroza responsabilizó por estos hechos a los coroneles de la FACH (r) Edgard Ceballos Jones y Ramón Cáceres Jorquera.

Ambos fueron condenados en noviembre del 2014 como autores de “aplicación de tormentos con resultado de muerte”. Ceballos recibió una condena de 2 años y un día de cárcel, mientras que para Cáceres se decidió una pena de 3 años y un día de prisión.

Pero en marzo de 2016, la primera sala de la Corte de Apelaciones de Santiago elevó las penas a cuatro años de presidio.