Fue un set fotográfico que comenzó a circular a través de las redes sociales el que generó las alarmas. En este se puede apreciar cómo el lago Riesco, ubicado a 27 kilómetros de Puerto Aysén, había perdido parte importante de su nivel de agua, el que alcanzaría unos 200 metros menos desde la orilla de la playa.

De inmediato las autoridades se trasladaran hasta la zona para constatar lo ocurrido, siendo las labores encabezadas por Sernageomín, Onemi, la Dirección de Aguas del MOP y Sernapesca.

Ahí se habría constatado que la disminución en el volumen del lago se produjo a la altura de la playa de manera lenta, a raíz de la falta de lluvias y nieve y no de manera súbita como se pensó en algún momento.

Giovanna Gómez, directora de Dirección General de Aguas (DGA) del MOP, quien concurrió la mañana de este lunes al lugar explicó que “se logró determinar que efectivamente el lago presenta una baja en su volumen, que en ningún caso está seco, pero sí tiene una disminución que se puede relacionar con la falta de precipitaciones en el lugar”.

Según detalló la directora, en el sector no se ha visto otra complicación asociada a la disminución del caudal, como por ejemplo que se haya generado una afectación de la fauna acuática, tanto así que los pontones que funcionan en el sector, específicamente en las cercanías del Parque Aikén, estarían operando de manera normal.

Desde la dirección de aguas, explicaron que es difícil abordar la situación y generar algún plan de contingencia, ya que los factores climatológicos que la generaron no permiten mayor intervención. Eso sí “evidentemente tenemos que trabajar de manera intersectorial para ver medidas a tomar, directamente la escasez no se puede abordar de manera rápida e instantánea para recuperar el volumen”, explicó la representante del DGA.

Déficit hídrico

La situación que afecta al lago Riesco, si bien hoy es la más llamativa, no está lejos de la realidad regional, ya que el déficit hídrico que afecta a la región desde hace algún tiempo sería cercano al 75 y 80 por ciento aproximadamente.

A raíz de esto es que se ha logrado constatar que afluentes como el río Baker presenta una baja importante en su caudal, agregándose algunos arroyos que definitivamente ya no traen consigo agua, lo que sí estaría generando un perjuicio a los agricultores.

Una situación que a nivel de gobierno también preocupa, lo que fue detallado por la gobernadora de la Provincia de Aysén, Paz Foitzich, “como hemos anticipado, tuvimos un trabajo con el Indap para ofrecer un programa especial que permita mejorar la calidad de los pozos de extracción de agua”.

La gobernadora explicó que ante la posibilidad de que la situación empeore, hace 15 días atrás se realizó un Comité Operativo de Emergencia (COE), para tomar medidas que permita a la gente aprovisionarse de agua.

“Esto impacta en la producción de energía y en varias actividades productivas, tenemos qué pensar cómo abordar esta situación en los próximos años, por ejemplo a través de la construcción de embalses”, agregó.

Cabe señalar que en la Provincia de Aysén la situación es bastante compleja, ya que los efectos del déficit hídrico estarían afectando de manera severa a localidades como La Junta y Mañihuales.

El antes y el después

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