Aunque aún existe cierto tabú al respecto, muchas mujeres ya no ven la depilación como algo obligatorio y la consideran simplemente una opción.
De hecho, hay chicas que deciden no depilarse por algunos periodos -como la actriz chilena Geraldine Neary o la hija de Madonna, Lourdes– y otras que definitivamente dejaron de hacerlo.
En este último grupo se encuentra la popular bloguera fitness Morgan Mikenas, quien hace unos años optó por detener su lucha contra los pelos. Sin embargo, ahora debe batallar contra la presión social que exige a las mujeres mantenerse libres de vellos.
Pese a las críticas, ella se mantiene firme y se siente más segura que nunca para seguir abrazando su actual apariencia.
Según explicó, entre otras cosas, una situación que vivió cuando era pequeña motivó su decisión. Cuando tenía apenas 11 años y aún ni pensaba en depilarse, fue víctima de bullying en su escuela por tener pelos en las piernas, consigna el diario Mirror.
Morgan afirmó que las compañeras de colegio con las que nadaba en ese entonces, le dijeron que parecía un hombre y eso la descolocó.
En un video que publicó en Youtube, titulado “¿Por qué no me depilo?“, Morgan indicó con más detalles sus razones, señalando que la número uno fue sólo que le tomaba mucho tiempo. “Me tomaba tiempo entrar en la ducha y tener que afeitar todo y luego lavar mi pelo y luego lavar mi cuerpo”, expresó.
“Un día pensé ‘¿por qué estoy haciendo esto? Toma tanto tiempo’. Después de dejar de hacerlo y ver crecer el vello me di cuenta ‘oh, esto es agradable’. (El pelo) empezó a ser súper suave”, comentó.
“Cuando te afeitas el vello de tu cuerpo es espinoso, te pica y es incómodo. Así que supongo que esa fue otra razón”, añadió.
Lo que le pasó a Morgan es un claro ejemplo que desde muy temprana edad, a las mujeres se les dice que ser peludas es algo sucio y poco atractivo, pensamiento que hasta la adultez motiva a muchas chicas a depilarse.
Pero, tal como señala el portal femenino Unilad, depilarse debería ser sólo una elección que haces por una buena razón, no porque sientas que “debes” hacerlo.
