Luego del alzamiento de las tropas del Ejército en Turquía, la televisora estatal local TRT fue controlada y su señal fue usada para emitir comunicados, dando a conocer un toque de queda.

Se reportó el ingreso de militares a las instalaciones y posteriormente las transmisiones se fueron “a negro”. Medios reportaron explosiones y disparos en cercanías de la televisora.

Medios internacionales hablaron de un bloqueo a las redes sociales, sin embargo, más tarde se indicó que la suspensión fue temporal y Twitter afirmó que se trata de restricciones al tráfico internacional dentro del país.

El servicio de Periscope parece funcionar bien para algunos usuarios.

Anteriormente, el gobierno turco también había impuesto restricciones a las redes sociales, en momentos en que le tocó enfrentar crisis políticas, buscando impedir que sus oponentes se organizaran.