La mayoría republicana del Senado estadounidense agregó la supresión de la obligación universal a suscribirse en una cobertura de salud a su proyecto de reforma fiscal, en una nueva tentativa de cumplir una promesa electoral de Donald Trump que hasta ahora no ve la luz.

Las dos cámaras del Congreso analizan el proyecto apoyado por el presidente estadounidense de reducir los impuestos y simplificar la recaudación fiscal.

La Cámara de Representantes (diputados) debe votar el jueves sobre su versión de la reforma, mientras que en el Senado, la comisión de Finanzas debate su propia versión desde el lunes.

El plan del Senado difiere del de la cámara baja e incluye, desde la noche del martes, la eliminación de la penalidad creada en la reforma al sistema de salud de Barack Obama, y que actualmente sufren los contribuyentes que no tienen cobertura de salud.

Esa medida busca incitar a las personas jóvenes y con buena salud a cotizar en una póliza y participar en el sistema, con el fin de compensar los costos de cuidado de pacientes en peores condiciones. Pero es profundamente impopular y un punto en la mira de los republicanos.

La multa en 2017 era de 2,5% de los ingresos anuales de un hogar o 695 dólares, cual fuere la cifra más alta.

La mayoría republicana ha fracasado en varios intentos de sepultar Obamacare, aunque sea parcialmente, debido a defecciones en sus propias filas, la última de ellas en septiembre.

Aunque Obamacare permitió que millones de estadounidenses accedieran a una cobertura de salud, los republicanos argumentan que supone una intromisión del gobierno en el mercado.

La eliminación de la penalidad está lejos de la anulación completa de la reforma de Obama que Trump reclama desde hace tiempo, pero tendrá no obstante un efecto en el sistema de cobertura sanitario, según un análisis de la oficina presupuestaria del Congreso (CBO).

Cuatro millones de personas elegirán no asegurarse durante el primer año de la implementación, estimó la CBO, y el precio promedio de los seguros individuales aumentará por lo tanto 10%.

Tras los anteriores ataques estériles contra Obamacare, esta reforma quirúrgica tiene mejores posibilidades: el senador John McCain, que torpedeó pasadas iniciativas, dijo que no se oponía.