Las autoridades estadounidenses imputaron al chofer del camión hallado repleto de migrantes -de los cuales 10 murieron- en Texas, cerca de la frontera con México, por transportar inmigrantes indocumentados, informó la Fiscalía este lunes.

James Bradley Jr, de 60 años y originario del estado de Florida, puede enfrentar cadena perpetua o la pena de muerte por conducir el camión en el que se hallaron 39 migrantes apilados, y donde las autoridades sospechan viajaron hasta cien personas a la vez.

“Esta tragedia demuestra la brutalidad de la red de la que hablo habitualmente. Estos traficantes no tienen respeto por la vida humana y solo buscan beneficios”, dijo este lunes el secretario estadounidense de Seguridad Interior, John Kelly.

En concreto, los migrantes fueron hallados en la madrugada del domingo en un camión sin aire acondicionado en un estacionamiento en San Antonio, una ciudad del estado de Texas (sur).

A través de un comunicado de prensa, Kelly lamentó las muertes sin sentido que, a su juicio, son el resultado de las “redes de abuso y muerte” de los traficantes de personas.

Al menos 39 personas se encontraban en el vehículo, que estaba estacionado en una zona de elevadas temperaturas.

Por lo menos 17 heridos, incluyendo dos niños en edad escolar, se encontraban en condiciones críticas, afectados por golpes de calor y deshidratación, dijeron las autoridades.

Kelly reiteró las promesas del gobierno del presidente Donald Trump de combatir el cruce clandestino de inmigrantes cuyo elemento más notorio, la construcción de un muro fronterizo, está paralizado en el Congreso.

“El Departamento de Seguridad Interior y sus aliados en Estados Unidos, México y Centroamérica seguirán erradicando a estos traficantes, llevándolos ante la justicia y desmantelando sus redes”, señaló.

Kelly ha viajado dos veces a México para discutir sobre inmigración, tráfico de personas y narcotráfico.