Durante la noche del miércoles se registraron en la ciudad de Caracas en Venezuela, protestas en contra el Gobierno, ya que los venezolanos no recibieron el plato principal de comida de Navidad y Año Nuevo: el pernil de cerdo.

Según el presidente, Nicolás Maduro, esto se trata de un “sabotaje internacional”.

Sin embargo, esta no es la única protesta que se ha realizado por el tema, ya que en los últimos días en Caracas se han realizado otras manifestaciones menores debido a la ausencia de carne de cerdo y que según el Gobierno, estaría disponible en un sistema de venta a precios subsidiados en las zonas populares.

Maduro sostuvo que “¿qué pasó con el pernil? Nos sabotearon”. Además señaló que el gobierno compró “todo el pernil que había en Venezuela”.

El Presidente agregó que había ordenado la importación de más piezas desde Portugal. Sin embargo, según señaló Diosdado Cabello, miembro Asamblea Nacional Constituyente, “los portugueses se comprometieron, los asustaron los gringos y no mandaron los perniles”.

“Pero nos persiguieron las cuentas bancarias, nos persiguieron los dos barcos gigantes que venían”, agregó Maduro.

Cabe mencionar que Estados Unidos impuso sanciones financieras contra Venezuela, donde les prohibieron negociar nueva deuda del Gobierno y su petrolera PDVS, situación que según Maduro, ha obstaculizado las importaciones.

Los venezolanos sufren una severa escasez de alimentos básicos y medicinas, así como una desbocada inflación que el FMI proyecta en más de 2.300% para 2018.

El ingreso mínimo (salario más bono de alimentación) suma unos 450.000 bolívares (135 dólares a tasa oficial, 4,5 dólares en el mercado negro), lo que cuesta en el mercado kilo y medio de pernil.

En el plan gubernamental de venta de alimentos subsidiados, el kilo cuesta 10.000 bolívares, por lo que si no es entregado por esa vía el plato típico es inalcanzable para muchos venezolanos.