La tensión aumentó este martes en la caribeña ciudad nicaragüense de Bilwe, con disturbios entre el partido indígena Yatama y sandinistas tras los comicios municipales del domingo y llamados a la calma de parte de grupos humanitarios y la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Todo está tenso, la gente no está en la calle. Es un caos. La policía nos agredió físicamente y lanzó bombas lacrimógenas, golpes, mientras que los sandinistas nos están amenazando con quemar nuestras casas y dañar a nuestras familias”, dijo la diputada y dirigente de Yatama, Elizabeth Henríquez..

Nos están asesinando, los muertos y golpeados son de Yatama, la policía nos está enfrentando con armas, solo estamos reclamando que se respete nuestro derecho”, añadió Henríquez a la AFP.

Los actos de violencia post electoral, que estallaron en la madrugada del lunes en 13 municipios -con saldo de siete fallecidos, según ONG y grupos opositores, y cinco según la policía-, se concentraron el martes en Bilwi, una remota ciudad caribeña con una población multiétnica, mayoritariamente miskita.

La violencia se desató tras los comicios municipales del domingo, en los que el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ganó 135 de las 153 alcaldías en disputa.

El subdirector de la policía, Francisco Díaz, dijo que sólo hubieron “incidentes aislados” provocados por seguidores de partidos derechistas descontentos por los resultados electorales.

Miskitos reclaman alcaldía

Videos y fotografías exhibidos en las redes sociales mostraron comercios saqueados y edificios del gobierno, viviendas, vehículos de particulares y la sede de dos emisoras incendiados.

“Nos robaron” las elecciones, dijo a la AFP el alcalde y candidato de Yatama, Reynaldo Francis.

“Si no nos iban a dejar votar, ¿por qué nos dejaron participar?“, se preguntó.

Yatama ganó la alcaldía de Bilwi en los comicios del 2012 y Francis buscaba la reelección el pasado domingo.

“La situación es tensa y aumenta porque el gobierno está enviando desde Managua a militares y policías. La gente está en sus casas y teme salir porque la policía detiene a todo el que anda en la calle”, dijo a la AFP Henríquez.

La dirigente opositora manifestó que su partido está documentando lo ocurrido durante las elecciones para denunciarlo ante organismos de derechos humanos dentro y fuera del país.

La vicepresidenta, Rosario Murillo, afirmó que “el gobierno respalda las acciones de orden público y a la policía, que ha contribuido a que estos hechos de violencia queden reducidos a puntos específicos”.

El no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos “deploró y condenó” la violencia e instó al Ejército y a la Policía a respetar los derechos de la población.

La Organización de Estados Americanos (OEA) lamentó los hechos de violencia y solicitó a las autoridades “que realicen las investigaciones correspondientes y castiguen a los responsables de estos crímenes”, según dijo el jefe de la misión de ese organismo, el uruguayo Wilfredo Penco, al dar lectura en rueda de prensa al informe preliminar de observación.