Una mujer de 25 años que fue atada y lanzada a una hoguera durante un supuesto rito religioso para purificar su alma “endemoniada”, murió este martes en un hospital debido a las graves quemaduras en su cuerpo, informó una fuente oficial.

La víctima, identificada como Vilma Trujillo y madre de dos hijos, murió en el hospital Lenín Fonseca de la capital, donde pasó varios días grave de salud, afirmó la vicepresidenta y portavoz del gobierno, Rosario Murillo.

La mujer “fue quemada el 22 de febrero por miembros de su comunidad aduciendo que estaba poseída”, dijo la vicepresidenta a medios oficiales al calificar el acto como “lamentable y condenable”.

La tragedia ocurrió en la remota comunidad El Cortezal en la región del Caribe Norte de Nicaragua.

Según informes brindados a la prensa por familiares y grupos feministas, la mujer fue retenida y luego sometida a un ritual por Juan Rocha, quien se hacía pasar como pastor de la iglesia de la Asamblea de Dios.

El presidente de la Asamblea de Dios, Rafael Arista, negó al Canal 15 de Managua que Rocha fuese miembro de su congregación y rechazó cualquier vínculo con el crimen.

De acuerdo con informes preliminares, Rocha y varios colaboradores ataron a su víctima, la lanzaron desnuda a una hoguera y luego abandonaron su cuerpo a orillas de un barranco, donde fue rescatada horas después con gran parte del cuerpo calcinado por un familiar.

Tras ser arrestado por la policía, Rocha sostuvo que la mujer “estaba endemoniada”, pero negó haberla quemado.

“El espíritu la suspendió (en el aire) y cayó al fuego”, alegó Rocha, quien detalló que en el ritual participaron al menos 10 personas.

“Mi mujer no estaba endemoniada, a ella lo que le hicieron fue una brujería”, aseguró al diario La Prensa el marido de la víctima, Reynaldo Peralta, quien dijo estar lejos de su casa cuando ocurrió el incidente.

La vicepresidenta adelantó que los culpables serán acusados por la fiscalía por el delito de asesinato.

Esto es “algo que no puede ni debe repetirse”, dijo Murillo.