Argentina va a endurecer su política para migrantes con antecedentes penales, afirmó este martes el presidente Mauricio Macri, con enfoque particular a ciudadanos de países con alto nivel de narcotráfico como México, Colombia o Perú.

“No podemos permitir que por falta de acción, el crimen siga eligiendo a la Argentina para delinquir”, dijo Macri en una conferencia de prensa en la Casa Rosada, sede del ejecutivo.

El mandatario afirmó que su país, históricamente de puertas abiertas a la inmigración, necesita “articular con los otros países para saber quién es quién, actuar preventivamente” ante la llegada de posibles delincuentes.

Macri dijo que Argentina necesita “tener herramientas” para poder “decir que no es bienvenido” un inmigrante que tenga antecedentes penales, así como para deportar rápidamente a un eventual condenado.

Según el diario Clarín, “aunque nadie se animará a decirlo en voz alta para no herir susceptibilidades, hay tres (nacionalidades) que son prioridad: Colombia, México y Perú. Al Gobierno le preocupa en particular el ingreso de inmigrantes con antecedentes penales desde estos tres países”.

La última reforma al Código Penal, aprobada en 2015, contempla la expulsión de un extranjero que cometa un delito que contemple penas inferiores a los tres años de prisión, es decir excarcelables.

Esta iniciativa fue objetada por organismos humanitarios que lo consideraron inconstitucional.

“La primera preocupación que nos tiene que comprometer es cuidar a los argentinos, a nosotros mismos”, insistió Macri aunque “sin dejar de entender la importancia de la juventud ni la importancia de la inmigración”, aclaró.

Durante la última década, Argentina ha sido receptora de centenares de miles de inmigrantes y la mayoría de ellos fueron beneficiados con el otorgamiento de documentación legal.

Macri se pronunció también a favor de debatir un nuevo “sistema penal juvenil”. Su gobierno impulsa la baja de 16 a 14 años de la punibilidad. En Argentina, no son penalmente punibles los menores de 16 años.

La propuesta cobró nuevo impulso luego de que el 24 de diciembre fuera asesinado de un balazo el joven Brian Aguinaco, de 14 años, en el barrio capitalino de Flores.

Aguinaco recibió el balazo en un auto cuando su abuelo al volante intentó interceptar a dos hombres en moto, a los que vio que venían de robarle a dos mujeres.

Quien habría disparado es un joven de 15 años, hijo de peruanos que tendrían antecedentes penales, quien fue luego detenido en Chile y devuelto a Argentina, para ser finalmente enviado a Perú con sus abuelos.

“Hay que encontrar otras soluciones, otras herramientas”, dijo Macri, “no solo para la recuperación de los chicos sino para parar este avance de los adolescentes como una herramienta del crimen”, advirtió.