El expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil y cerebro del impeachment a Dilma Rousseff, Eduardo Cunha, consideró “absurda” su detención este miércoles por su presunta participación en el monumental escándalo de corrupción en Petrobras.

“Se trata de una decisión absurda, sin motivos”, manifestó a través de su Facebook el político ultraconservador, que fue arrestado en Brasilia y trasladado a Curitiba donde despacha el juez Sergio Moro.

La fiscalía pidió la detención de Cunha, del partido PMDB del presidente Michel Temer, ante el riesgo de que se fugara o de que intentara obstaculizar las investigaciones de los numerosos procesos en su contra.

Cunha, de 58 años, perdió sus fueros al ser destituido el mes pasado por sus colegas en la Cámara de Diputados, por ocultar cuentas bancarias en Suiza.

Cunha, que llegó a ser el único político brasileño con fueros en ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal (STF), dijo que Moro utilizó argumentos de una acción cautelar suspendida por el STF que había pedido su prisión preventiva y de elementos de otras investigaciones que no están bajo su jurisdicción, “sin que él sea el juez competente”.

“Mis abogados tomarán las medidas pertinentes para enfrentar esta absurda decisión”, remarcó el exlegislador.

Cunha enfrenta acusaciones de corrupción pasiva, lavado de dinero, abuso de poder, realización de maniobras para obstaculizar investigaciones y ocultamiento de cuentas en el extranjero abastecidas con dinero ilegal de la petrolera estatal Petrobras.

Numerosos empresarios y políticos son investigados, fueron condenados o están en prisión preventva en el marco de la investigación “Lava Jato” sobre la corrupción en torno a la petrolera estatal.