Una persona puede llegar a perder entre 10 y 100 cabellos por día, como consecuencia natural de la renovación epitelial, pero cuando la caída excede lo normal, hay que poner atención ya que podría tratarse de una alopecia, que es la pérdida, parcial o total, definitiva o transitoria del cabello.

Según la dermatóloga de Centros Médicos Vidaintegra, Dra. Ester Santander, una de las más frecuentes en hombres es la alopecia androgenética o calvicie y en mujeres la alopecia por estrés y post parto.

La caída del pelo se puede desencadenar en diversas zonas del cuerpo, tales como la cabeza, la axila, barba y cejas; sin embargo, la más frecuente es la calvicie, la que afecta a más del 50% de los hombres sobre los 50 años. En el género masculino, se inicia después de la pubertad y se va acentuando con los años. En el caso de la mujer, es poco severa en la juventud y adultez, agravándose cuando se acerca la menopausia.

Santander explica que “la calvicie es hereditaria y se produce por una hipersensibilidad del pelo a las hormonas derivadas de la testosterona”. Quienes la padecen, pueden observar cómo sus cabellos son cada vez más delgados y débiles, hasta que los folículos terminan por desaparecer.

Tipos de alopecia

Si bien la alopecia androgenética o calvicie es la causa más común de pérdida de cabello, también existen otros tipos.

“Las alopecias localizadas pueden ser de nacimiento por malformación del cuero cabelludo o como consecuencia a quemaduras o cicatrices por cortes. También se puede presentar una alopecia areata, en la cual el sistema inmunitario ataca los folículos pilosos, dejando áreas del tamaño de una moneda sin cabello y puede comprometer cualquier área del cuerpo”, asegura la especialista. La alopecia total involucra a todo el cuero cabelludo y la alopecia universalis, puede generar la pérdida de todos los vellos del cuerpo.

Otra alopecia frecuente, es la que se produce posterior al parto. Esto obedece a que durante el embarazo el vello queda detenido en su desarrollo, no produciéndose la caída diaria normal y en el post parto, al liberarse la acción de las hormonas, el pelo pasa a etapa de muerte, para permitir el crecimiento del vello nuevo.

La caída del cabello también se puede producir por carencias en la alimentación, problemas de hierro en las mujeres, e incluso debido a momentos de ansiedad, estrés o depresión.

“Este tipo de alopecias son más frecuentes en mujeres, influido por las dietas para bajar de peso y las menstruaciones abundantes que aumentan la pérdida de ese mineral”, asegura la profesional.

¿Cómo poder diferenciarlas?

La alopecia androgenética se produce a lo largo de varios años, en los que el cabello queda débil y se cae poco a poco

La alopecia areata se diferencia porque van apareciendo espacios sin cabello del tamaño de un euro aproximadamente y que, si no se trata, pueden formar grandes placas.

– En la alopecia nerviosa, el cabello se cae de forma homogénea entre 8 a 10 días en los que el estrés personal es mayor. Cuando pasa este período, el pelo vuelve a nacer por sí solo.

¿Se puede prevenir la caída del pelo?

La dermatóloga entrega algunas recomendaciones para evitar este problema:

1. Mantener una alimentación equilibrada
2. Realizar actividad física frecuente que permita reducir los niveles de estrés
3. Lavar frecuentemente el pelo para eliminar los residuos de la contaminación, lo que permite una mejor nutrición y oxigenación

Tratamiento

En general, los tratamientos se realizan con suplementación de vitaminas (biotina, hierro y zinc entre otras) y lociones en el cuero cabelludo. En el caso de la calvicie, se usan inhibidores de testosterona orales y sobre la piel.

“Existen tratamientos nuevos, con menos evidencia científica, pero que en la práctica clínica han resultado útiles para aquellos pacientes con alopecias severas con mala respuesta a las terapias tradicionales, como lo es el láser para estimular al folículo piloso”, concluye la Dra. Santander.