El príncipe William de Inglaterra, la duquesa de Cambridge y sus dos hijos abandonaron este sábado Victoria, en la Columbia Británica (oeste de Canadá), rodeados por un entusiasta gentío al término de su visita oficial.

El príncipe, ataviado con un traje azul marino y llevando de la mano a su hijo George, y Kate, con un abrigo crudo de entretiempo y la pequeña Charlotte en sus brazos, saludaron brevemente a la multitud, poniendo fin a una semana de viaje por la costa pacífica.

Los cuatro embarcaron un hidroavión en un pequeño puerto del centro de Victoria, en la isla de Vancouver, un poco antes de las 16H00 locales, previo a subir al avión del gobierno canadiense para regresar a Inglaterra.

En la ocasión el pequeño George volvió a generar un incómodo momento para su padres. Al igual que ocurrió en su llegada cuando no quiso “chocar palmas” con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, el pequeño de tres años se rehusó a “darle los cinco” a un niño que se encontraba en el aeropuerto.

El joven de nueve años identificado como Daniel Brachman se hizo presente para despedir a la familia real. Luego de entregarle un ramo de flores a Kate se acercó de inmediato al pequeño príncipe para intentar decirle adiós. 

Daily Mail
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Pero más allá de la controversia inicial, el primer ministro canadiense, se despidió de la familia con un regalo. “Como dicta la tradición”, el gobierno destaca “la visita del duque y la duquesa de Cambridge con un regalo” consistente en 100.000 dólares destinados a obras caritativas, anunció Trudeau el sábado.

“Los canadienses sienten un verdadero afecto por la familia real y lo han demostrado, de nuevo, a lo largo de esta visita”, añadió.

El jefe del gobierno también expresó sus deseos de recibir de nuevo a la pareja el año que viene, para celebrar el 150º aniversario de la confederación canadiense, que es miembro de la Commonwealth británica.

El gobierno canadiense hospedó a la familia real en sus tierras durante una semana, con gastos que se prevén mayores que los de su viaje anterior en 2011.

En ese entonces la visita costó 1,2 millones de dólares canadienses (900.000 dólares; 800.000 euros) al presupuesto federal, sin contar con los gastos dependientes de las provincias.

En este segundo viaje a Canadá, WIlliam  y Kate eligieron disfrutar los paisajes de la Columbia británica y del territorio de Yucón, en el norte.