El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció que cerca de 5.500 millones (MM) de dólares en gastos heredados a 2021 por parte del Gobierno anterior no estaban considerados ni en el presupuesto de este año, ni en el programa financiero a tres años, ni en los datos entregados por la administración de Michelle Bachelet.

Sólo para este año, el ítem contempla cerca de 1.571 millones de dólares, los cuales se descomponen principalmente en el área de sobregastos de salud, subsidios de incapacidad laboral, obligaciones no pagadas por municipalidades en relación al traspaso de colegios al servicio local de educación y el proyecto de Ley del Crédito con Aval del Estado.

Así, se trata tanto de proyectos de Ley en tramitación como de iniciativas fuera del Congreso, motivo por el cual Larraín reconoció que la situación fiscal del país es aún más compleja.

Este episodio se suma a la discusión por el déficit estructural que -un día antes del cambio de Gobierno- fue informado que sería de 2,1%, pero finalmente cerró en 2,0% tras una corrección a cargo del Consejo Fiscal Asesor con la Dirección de Presupuestos.

Precisamente, el director de Presupuestos, Rodrigo Cerda, explicó que dieron con estos sobregastos haciendo un barrido de la situación de las arcas fiscales.