Una película de acción, entretenida, bien filmada y totalmente prescindible, La Leyenda de Tarzán es una nueva vuelta de tuerca en torno a la historia creada por Edgar Rice Burroughs.

De ella, en esta producción solo quedan los dos personajes principales: Tarzán (Alexander Skarsgård), ahora instalado en Londres, donde lleva ya seis años devenido en John Clayton III, Lord Greystoke, felizmente casado con Jane (Margot Robbie).

A petición del Gobierno, aunque no muy convencido, regresa a Africa, concretamente al Congo belga. Todo forma parte de un siniestro plan del capitán Leon Rom (Christoph Waltz), representante del rey de Bélgica.

Tarzán viaja junto a Jane y un norteamericano llamado George Washington (Samuel L. Jackson), quien quiere comprobar in situ los actos barbáricos y abusos que se dicen que se están cometiendo allí.

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