El voto y el derecho al pataleo

Para sorpresa de todos quienes nos oponemos al uso del Parque para este tipo de eventos, resulta que la Formula E ya está “cocinada”, es decir, no se saca nada con patalear.

Aníbal Venegas

Poco antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias 2017, la presidenta Michelle Bachelet apareció hablando en contra de los que deciden no ir a votar explicando que con su actuar “no tienen derecho a pataleo”. Esa frase resulta lamentable en tanto anula la capacidad de agencia del ciudadano promedio, le resta puntos al derecho a votar (y de forma ladina, lo transforma en un “deber”) y miente en relación al supuesto “derecho a pataleo” que eventualmente tendríamos los que en efecto sí votamos.

Hace un par de meses los vecinos del sector Lastarria-Bellas Artes-Parque Forestal recibieron con preocupación la noticia de la llegada a Chile de la carrera de autos “Formula E”, cuya gracia es usar autos de carrera eléctricos con el fin de promover ese tipo de energía “limpia”.

Santiago resulta la vitrina ideal no solo por sus altos niveles de suciedad e impresionante skyline de gris sobre gris, sino además por los importantes ránkings en los que la sitúan en revistas de las que uno habla cuando le preguntan: la más moderna, la menos latina, la más europea, la más segura, la más suiza. Todo muy bien y colorido hasta ahí. Sin embargo, el horror empieza con el trazado de dicha carrera que pretende hacer uso del Parque Forestal, patrimonio histórico y declarada Zona Típica, a fin de engalanar todavía más la carrera.

Los vecinos pertenecientes a la agrupación El Barrio Que Queremos, comités de adelanto, juntas de vecinos y diversas organizaciones ciudadanas se niegan rotundamente al uso del Parque Forestal para que en el lugar se realice cualquier tipo de evento masivo y exigen un cambio inmediato del trazado.

El Parque Forestal es uno de los pocos lugares “verdes” de Santiago y ya con su uso actual se encuentra en absoluta decadencia. Árboles nativos que se están muriendo, espacios de césped totalmente quemados, arbustos secos, y uso sabático y dominical del Parque que incluye francachelas en torno al vino, al sushi y las botellas de malta con su correspondiente evacuación detrás de los rododendros. Y en el medio de todo, ratas.

En 2011 el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) mandó una recomendación a la Municipalidad de Santiago para que no se realicen más eventos masivos en el Parque. El Prix de la Formula E -que encima contempla varias fechas- estima más de 100 mil personas transitando por el Parque Forestal donde además se quiere instalar una siutiquería llamada “E Village”.

Para sorpresa de todos quienes nos oponemos al uso del Parque para este tipo de eventos, resulta que la Formula E ya está “cocinada”, es decir, no se saca nada con patalear, los autos van a pasar por ahí sí o sí y encima retirarán los adoquines de calle Purísima.

Es cosa de googlear “Bachelet Formule E” y aparece la presidenta de la República muy sonriente, acariciando las llantas y haciéndose fotos con los resplandecientes autos y los miembros del comité organizador, que incluye (flash!) nada menos que al ex piloto de fórmula 1 Eliseo Salazar (que dicen las malas lenguas, ya habría sido destronado de su puesto en el evento). El mismo Intendente Claudio Orrego no ha cabido en sí de gozo, tuiteando a diestra y siniestra las fotos de los autos eléctricos, dando la venia al evento y pasando por alto las recomendaciones del CMN y de quienes velan por el cuidado del patrimonio.

Entonces ¿qué es eso del derecho al pataleo?

Los miembros de organizaciones barriales y ciudadanas han pedido -en todas las formas que establece la democracia- reuniones con autoridades, firmas de peticiones, apariciones en la prensa, etc., que por favor se cambie el trazado de la carrera: no están en contra de la Formula E, únicamente quieren proteger el fragilísimo pulmón verde.

Si en principio los (desconocidos) organizadores ni siquiera preguntaron a la ciudadanía sobre su parecer respecto al uso del Parque Forestal para eventos masivos, mucho menos han tomado en cuenta las peticiones post-diseño de la carrera que, insisten, ya está hecho y no hay pataleo que valga la pena tomar en cuenta. Los ciudadanos no se amedrantarán por la opinión de quienes están en sus cargos con el fin de velar por el bien público y que encima ni siquiera han sido capaces de responder satisfactoriamente preguntas básicas: ¿Quién es el responsable ejecutivo del evento? ¿Cuál es el decreto que autoriza la Formula E en Chile? ¿Cuáles son las medidas de mitigación? Al menos desde Intendencia no tienen idea.

En cualquier caso, se seguirá apelando al supuesto derecho a pataleo que la presidenta Bachelet cree que nos ganamos cuando vamos a sufragar cada cuatro años, pero que a la hora de los “quiubos” parece que no sirve de mucho.