Durante la temporada estival de 2018 los vecinos de Santiago tendremos el honor de servir de anfitriones para la carrera de autos Formula E (también conocido como Santiago E Prix), que al parecer cualquiera que es alguien debe valorar.

Texto de Aníbal Venegas

Nos dicen que es un honor: otras ciudades ungidas por la modernidad como Hong Kong, Berlín o New York también servirán de sede. Algunas hasta lo han sido. Y se tratará de autos preciosos, eléctricos, ni siquiera echan aire pestilente ni matarían abejas ni mosquitos. Ni siquiera una mosca. Hasta Vandana Shiva se abrazaría a los dichosos autos. Todo bien hasta aquí. ¿El problema? Quieren usar el Parque Forestal como “venue”, “E Village”, sin medir el impacto que tendrá sobre el centenario pulmoncito verde, uno de los pocos de Santiago.

Resulta que se han esparcido por Twitter taaaantas fotos del “chiche”, del “regalón” Santiago Formula E, que ya no sabemos para qué patalear. “El asunto está cocido” me dice una vecina del Parque, “será una pelea difícil”. Difícil porque al menos quienes vivimos en las cercanías del casco histórico de Santiago vemos con ojo crítico el que un Prix de autos haga libre uso del Patrimonio Nacional para eventos híper masivos.

Y sin consultar a nadie, ni vecinos, ni organizaciones barriales: NADIE.

Al parecer los organizadores, adalides de lo verde y del complejo mundo de los alambres y de los tornillos y de las tuercas, no entienden que un evento que congregará a más de cien mil personas empeorará las condiciones del Parque que con los problemas que ya tiene está hasta las narices. ¿Enumeremos? Acumulación de basura inorgánica, heces -caninas y humanas-, batucadas que funcionan día y noche, parejas pisoteando el césped, mutilación de arbustos, destrucción paulatina de árboles nativos, gente del crossfit colgándose de las débiles ramas. Un 24/7 de malas prácticas que se agudizará si se permite el uso del Parque para la mentada Formula.

Pero resulta que recién hemos levantado la voz en una discreta campaña vía Medios de Comunicación y Redes Sociales cuando ¡zaz! el grupo de bravucones de siempre empieza con el escarnio. El clásico conventilleo chileno. Lo mínimo que nos dicen es que somos Whiskierda. Nos dicen, entre otras cosas, que por qué no nos mandamos cambiar directamente a la punta del cerro, que reclamamos por todo, que somos amargados, que somos nostálgicos de la Plaza con chinchinero.

Lo increíble es que frente a argumentos sólidos que tienen relación con la protección del patrimonio, la defensa del medioambiente y de la paradoja que subyace a un evento que se supone promueve el cuidado de la naturaleza, pero no se interesa en el daño irremediable que ocasionará en el Parque, con todo esto nos dicen que los equivocados somos NOSOTROS. Tal cual. ¿Algún ejercicio de autoexamen que nos hayamos perdido? No creo. El problema pienso, es otro. Es la falta de educación.

autosport.cl (c)

No sé exactamente en qué minuto defender el Patrimonio Histórico Nacional, los parques, la flora, se transformó en asunto de exclusiva competencia hípster. Como si los que nos oponemos a que quiten los adoquines de calle Purísima para hacer pasar los autos eléctricos y a la destrucción objetiva del Parque con efectos en el inmediato, corto y largo plazo, fuéramos todos “cuicos”. Y tarados. Es pura falta de educación, qué duda cabe. Haciendo un sondeo superficial entre quienes nos llevan al paredón de fusilamiento por abrir la boca, nos percatamos de tanta ignorancia: entre otras cosas, se ignora que el centenario Parque Forestal no es el “patio bonito” de los “pijes” que viven en frente, sino propiedad de absolutamente todos los chilenos, se ignora que es Zona Típica y Patrimonial, que alberga jardines públicos y árboles nativos, y que en el año 2011 el propio Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) recomendó a la Municipalidad de Santiago prohibir eventos masivos en el Parque porque sencillamente no tiene la capacidad física para albergarlos.

Pero el insulto está ahí mismo, en la punta de la lengua -o de los dedos- y así es difícil avanzar.

La autoridad tampoco se ha comportado a la altura. Siguiendo una lógica bananera y que en realidad desconoce todos los temas vinculados a la Sustentabilidad, el cuidado del Medio Ambiente y la protección del Patrimonio, simplemente aceptó sin ningún tipo de reparos al diseño del circuito de la Formula. ¿Pidieron la opinión a vecinos, a las Agrupaciones y Comités de Adelanto, a las Juntas, a expertos en Patrimonio, en Planificación y Diseño Urbanístico? Desde luego que no. Lo único que primó fue el gustito de los organizadores por los autos eléctricos y que el resto se vaya al carajo. Y encima de todo, cuando la ciudadanía se moviliza ¡tiene que aceptar el acoso de los defensores del recreo y el esparcimiento!

No se trata de oponerse a eventos de este tipo por gusto personal, de hecho, me parece fantástico que hagan su Prix, con todo el tarreo y canturreo que se les venga en gana. Pero ya es hora de ponerse serios y cuidar lo poco que nos queda, sino ¿Qué vamos a legar a las futuras generaciones? ¿Los posteos de Orrego en Twitter?