Aún repercute el robo que sufrió el Museo Nacional de Bellas Artes el viernes pasado, cuando uno de sus visitantes se llevó ilícitamente una de las piezas expuestas en la muestra Historia violenta y luminosa del pintor chileno José Pedro Godoy. A horas de hacerse público el caso, salen a la luz más detalles de la maniobra, que según los relatos se efectuó sin mayores inconvenientes para el ladrón.

Según publica hoy Las Últimas Noticias, fue un ayudante de Godoy quien reparó en el hurto, el también pintor Gaspar Álvarez, un día después de efectuado este: “Fui a ver que todo estuviera bien en la exposición. En la sala había mucha gente y un guardia…. Lo raro, y que me llamó la atención, era que en la muralla se veían los dos clavos del anclaje que le habíamos puesto y estaba algo descascarada la pared. Hablé con el guardia y llamaron a la jefa de turno. Ahí se activó el operativo de seguridad“.

Una vez con los videos a mano, esa misma tarde en que Álvarez reparó en la anomalía, los guaridas le informaron los detalles: el robo ocurrió el viernes a las 18:15 horas, horario de cierre del museo. “Las cámaras habían registrado a una persona de unos 40 años, un tanto ebria al parecer. Lo que no tenían eran las imágenes dle robo mismo, pues en ese preciso instante la cámara había girado; cuando volvió a enfocar el cuadro, la persona lo había escondido dentro de su camisa”.

Luego, la autoridad máxima del museo, Roberto Farriol, optó por cerrar la exposición. “Entregamos la denuncia a Carabineros y también se entregó la información a la Bidema (Brigada investigadora de Delitos del Medio Ambiente y Patrimonio Cultural). Estamos en la etapa de revisar cuidadosamente el escenario para saber qué ocurrió, revisar las cámaras y chequear horarios, porque indudablemente hay un tema que debemos resolver“, comentó el director en la misma publicación.

Según Farriol, el ladrón “no es que se haya encontrado la obra en el camino. Hubo un trabajo de fuerza para retirar el cuadro“.

Mañana martes se espera que reabra la exposición. Así lo contó el autor José Pedro Godoy: “Es muy extraño que nadie se haya dado cuenta a tiempo del robo. La obra (“Trémula”) es un óleo sobre tela de 15 por 15 centímetros y tiene un valor de $700.000 en el mercado. Son obras que comencé el año pasado y terminé recientemente”.