Por 74 votos a favor, una abstención y ninguno en contra, fue destituido de su poder el senador Delcidio Amaral, exjefe del oficialismo brasileño que involucró al expresidente Inácio Lula da Silva y a la actual mandataria Dilma Rousseff en el escándalo de Petrobras, el mismo que tiene a la presidenta a punto de ser despojada de su cargo.

Amaral fue destituido por violación al código de ética del Senado, con el son tres los parlamentarios despojados de su investidura por sus propios colegas y fue el primero en ser detenido por la policía en pleno ejercicio como legislador, acusado de obstrucción a la justicia y corrupción.

Pocos meses después de ser detenido, el senador llegó a un acuerdo para contar todo lo que sabía a cambio de reducciones en sus condenas, por lo que también fue beneficiado con la libertad condicional.

En la declaración de Amaral se ven comprometido decenas de políticos y basándose en su testimonio la fiscalía solicitó el 3 de mayo pasado una autorización para investigar por corrupción a la jefa de Estado, en el mismo contexto se solicitó autorización para investigar por el mismo escándalo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, sin cuya colaboración, según el fiscal, la organización criminal jamás podría haber operado. A eso se suman investigaciones contra otros tres ministros de Rousseff y 27 polìticos.

Otro senador cercano a Dilma investigado por la justicia

El juez brasileño Sergio Moro, responsable de la causa de corrupción en Petrobras, aceptó hoy las denuncias formuladas por la fiscalía contra el exsenador Gim Argello, cercano a la presidenta Dilma Rousseff.

Moro también decidió abrir causa penal contra otras ocho personas, entre ellos varios empresarios y supuestos intermediarios en el pago de sobornos, según la decisión publicada por el Tribunal Federal de Paraná.

Argello está acusado de exigir sobornos a las constructoras implicadas en el esquema de corrupción que gira en torno a Petrobras, a cambio de proteger a los altos ejecutivos de esas empresas.

Según la Fiscalía, el senador Argello prometió evitar que los directores de las constructoras fueran convocados a declarar ante una comisión parlamentaria que investigó el caso Petrobras en 2014, como finalmente ocurrió.

El exsenador tiene una estrecha amistad con Rousseff, incluso se presentaba como su “novio”, algo que nunca fue confirmado ni desmentido por la mandataria.