Estados Unidos anunció este lunes nuevas normas para contener la ola de fusiones de empresas estadounidenses con extranjeras pensadas para pagar menos impuestos.

Con el nuevo régimen será más difícil para las compañías estadounidenses comprar empresas de países que cobran menos impuestos y fijar allí su domicilio fiscal, según informó el secretario de Tesoro Jacob Lew.

“Muchas de esas compañías siguen aprovechando los beneficios de estar basadas en Estados Unidos -incluidas nuestras normas de derecho, mano de obra calificada, infraestructura e investigación y desarrollo- mientras trasladan una mayor carga fiscal a otras empresas y familias estadounidenses”, dijo Loew.

Las normas anunciadas este lunes se suman a otras ya lanzadas en noviembre
para contener la ola de inversiones en el exterior que hace emigrar de Estados Unidos miles de millones de dólares, especialmente en el sector farmacéutico.

Eso incluye la proyectada operación de Pfizer de comprar a la irlandesa Allergan en 160.000 millones de dólares y supuestamente fijar allí su sede. Según opositores al negocio, el fisco de Estados Unidos perdería de recaudar unos 35.000 millones de dólares.