Una oportuna denuncia permitió a la Brigada de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones (PDI) detener a una mujer vinculada a una estafa telefónica en la capital, en la cual se exigía el pago de mas de $1 millón para dejar sin efecto un eventual secuestro.

La víctima recibió un llamado en la que un hombre les señalaba que había secuestrado a sus padres y que, a cambio de no ser torturados o asesinados, debían hacer efectivo el depósito del dinero a una cuenta bancaria.

Por cerca de dos horas la afectada debió estar conectada al teléfono mientras se realizaba el pago, ocasión en la que fue constantemente amenazada.

Una vez efectuado el pago, la victima denunció el caso a la policía, quien a través de contactos con los bancos y el origen de la llamada se dio con Carla Solar, quien fue la que recibió el dinero y que fue aprehendida.

Así lo explicó la subcomisario Viviana Araya, de la Brigada de Delitos Económicos.

Luis, esposo de la estafada, señaló que pese estar al tanto de este tipos de hechos decidieron depositar el dinero ante la convicción con la que hablaba el timador.

Hasta ahora la policía no ha determinado a los responsables directos de la llamada y si ésta, como resulta habitual, se realizó desde el interior de algún centro carcelario.