Siempre apreciamos la belleza de los paisajes internacionales, olvidando que nuestro país está lleno de riquezas. De hecho, son cada vez más los extranjeros que viajan miles de kilómetros sólo para conocer las maravillas naturales que nosotros solemos ignorar.

Una de esas maravillas se ubica en la Patagonia chilena: los glaciares de los Campos de Hielo Sur.

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En un recorrido de BioBioChile a bordo del crucero Skorpios III, tuvimos la oportunidad de visitar este verdadero paraíso helado, en la llamada ruta Kaweskar, nombrada así en honor a los aborígenes que habitaban la zona, conocidos popularmente como alacalufes.

Glaciar Amalia | Denisse Charpentier (BBCL)

Glaciar Amalia | Denisse Charpentier (BBCL)

Los glaciares de los Campos de Hielo Sur son extensiones de hielo de 30 mil años y que constituyen la tercera mayor reserva de agua dulce a nivel mundial, después de la Antártida y Groenlandia.

Se cree que estos hermosos paisajes patagónicos se fueron moldeando durante las glaciaciones que ocurrieron hace miles de años en la Tierra.

Imponentes y de un inigualable color azul turquesa, estos enormes bloques de agua congelada -que tienen 25 mil años más de existencia que las pirámides de Egipto- nos recuerdan que vivimos en un país privilegiado, que no debemos desperdiciar.

Además, quienes visitan el lugar tienen la oportunidad de presenciar una experiencia única: Ver cómo se desprenden y caen al agua parte de estos gigantes después de haber estado 30 mil años pegado a un enorme bloque.

Denisse Charpentier (BBCL)

Denisse Charpentier (BBCL)

Otro aspecto a considerar es que los glaciares no son estáticos, ellos no dejan de moverse y cambiar. Aunque parecen estar inmóviles, lo cierto es que puedes visitarlos 100 veces y cada vez será diferente, porque su geografía se modifica año a año. Avanzan, desplazan terrenos, arrasan con cerros, y así, son tan poderosos que modifican la zona a su antojo.

Lo lamentable de todo esto, es que no son inmunes al calentamiento global. El alza de las temperaturas y las condiciones climáticas que nosotros podríamos considerar “más favorables” -¿a quién no le gusta un día soleado?- son los peores enemigos de los glaciares, cuyo derretimiento es inminente. De hecho, algunos de ellos están en retroceso, es decir, el hielo que acumulan es menor al que se desprende.

La siguiente gráfica muestra cómo ha cambiado el glaciar Bernal en un periodo de 4 años.

Glaciar Bernal | Glaciólogo Camilo Rada (C) | Gentileza Skorpios

Glaciar Bernal | Glaciólogo Camilo Rada (C) | Gentileza Skorpios

*Las imágenes son propiedad del glaciólogo Camilo Rada. Prohibida su reproducción.

Esta situación se transforma en otra razón para conocer estos atractivos naturales cuando aún son enormes, imponentes, y envolventes.

Eso sí, aunque debido al mismo cambio climático el tiempo ya no es tan frío en la zona -en verano las temperaturas fluctúan entre los 10° y 15°C-, las condiciones suelen ser cambiantes e inesperadas: Se puede pasar de un cielo completamente despejado a una lluvia torrencial en cosa de minutos. Por lo mismo, es importante abrigarse por capas y llevar la ropa adecuada: pantalones de secado rápido, calzado plano (ojalá de trekking), y sobre todo, chaquetas, gorros e impermeables.

Además, se debe estar dispuesto a soportar vientos de 120 kilómetros por hora, e incluso más. Si llevas las prendas pertinentes y amas la naturaleza, esto no será terrible y hasta podría parecerte un atractivo más.

Aunque llegar a los glaciares no es fácil ni barato, es un viaje que vale la pena hacer. Para abordar el crucero, debimos viajar a Puerto Natales, ciudad ubicada a unos 247 kilómetros al norte de Punta Arenas, lo que en bus se traduce en unas 3 horas de viaje… además de haber volado otras 3 horas y fracción antes para llegar a Punta Arenas.

En el caso de Skorpios III, el barco se acerca a los lugares estratégicos, pero luego los pasajeros deben abordar botes que permiten llegar a los glaciares para apreciarlos y explorarlos más de cerca. Tan cerca que incluso es posible tocar algunos, como es el caso del Glaciar El Brujo.

Glaciar El Brujo | Denisse Charpentier (BBCL)

Glaciar El Brujo | Denisse Charpentier (BBCL)

Así de cerca puedes estar de un glaciar | Denisse Charpentier (BBCL)

Así de cerca puedes estar de un glaciar | Denisse Charpentier (BBCL)

En este lugar, también puedes probar el clásico y apetecido “12 con 30″, que es nada menos que un whisky de 12 años con hielo de 30 mil años, ¿qué tal?

Denisse Charpentier (BBCL)

Denisse Charpentier (BBCL)

(Si no te gusta el whisky, puedes tomar una rica crema de whisky con hielo milenario o alguna otra bebida con o sin alcohol)

En el caso del crucero Skorpios III, este brindis se realiza en el Fiordo Calvo, una zona llena de hielo, en la que es necesario abordar otra embarcación, un pequeño rompehielos llamado Capitán Constantino.

Aquí, la excursión dura casi tres horas y media, llegando a lugares inaccesibles para cualquier otra embarcación. “Navegar entre los icebergs, es simplemente una sensación única, diferente e irrepetible, que difícilmente podrá olvidar, observando sus montañas y témpanos que lo harán remontarse a la era del hielo”, dicen desde Skorpios.

Fiordo Calvo | Skorpios.cl

Fiordo Calvo | Skorpios.cl

Puedes toparte con icebergs como éste en Fiordo Calvo | D. Charpentier (BBCL)

Puedes toparte con icebergs como éste en Fiordo Calvo | D. Charpentier (BBCL)

Otro aspecto que encanta de esta zona y sus alrededores es su rica fauna. Delfines, cóndores, huemules, patos vapor, zorros culpeo, elefantes marinos, cormoranes y hasta ballenas, entre otros animales, habitan en el extremo sur.

Una traviesa tonina | Denisse Charpentier (BBCL)

Una traviesa tonina | Denisse Charpentier (BBCL)

Cormorán | Skorpios.cl

Cormorán | Skorpios.cl

Asimismo, la vegetación es sorprendente. Para llegar al glaciar Bernal, por ejemplo, se debe atravesar un hermoso bosque de coigues y lengas.

Denisse Charpentier (BBCL)

Denisse Charpentier (BBCL)

Denisse Charpentier (BBCL)

Denisse Charpentier (BBCL)

Y aunque los paisajes son inolvidables, hay algo que no podemos dejar de mencionar: la gastronomía. Cordero, centolla, merluza austral, productos derivados del calafate, son parte de la riqueza gastronómica que ofrece la zona.

¿Cuánto cuesta viajar a los Campos de hielo sur?

El viaje a los glaciares de los Campos de Hielo Sur en Skorpios III dura 3 noches y 4 días. Sus valores van desde los 950 mil hasta 1 millón 900 mil, dependiendo la ubicación de la habitación, la cantidad de pasajeros por habitación y la temporada.

Los zarpes se realizan entre octubre y abril, considerándose temporada alta, enero y febrero.

Además, se puede optar a una noche adicional que cuesta alrededor de 220 mil pesos, que permite recorrer el Parque Nacional Torres del Paine y La Cueva del Milodón.

Hay descuentos para habitantes de Puerto Natales.

Para más detalles sobre valores y rutas, visita el sitio web de Skorpios.