¿Dejar el azúcar? Para muchos es una cuestión difícil y para otros, casi imposible. Algunos creen que el azúcar es uno de los alimentos más dañinos para nuestra salud, mientras que hay quienes piensan que no puede faltar en nuestro organismo.

Kate Bigam, es una mujer que perdió 35 libras luego de dejar de consumir exitosamente azúcar. Sin embargo, no fue nada de fácil. Kate tenía un cupón para un programa de desintoxicación que la incentivó a poner en marcha esta idea y reconoció que no hubiese podido dejar el azúcar sin esa motivación, aunque también reconoció que estaba interesada en aprender acerca de sus peligros.

El problema, es que el azúcar estaba presente en cada uno de los alimentos que consumía. “Soy una amante del tocino y fanática de la cerveza. Sabía que el programa era demasiado para mi, pero al menos quería intentarlo” dijo Bigam al sitio de la revista Cosmopolitan .

El líder del programa con frecuencia recordaba que el azúcar es tan adictiva como la cocaína, se mostraba optimista y alentador y además se refería a temas como la conexión con los elementos emocionales al momento de comer, la educación sobre los efectos negativos del azúcar , y las distintas maneras para vivir sin consumir azúcar.

Todos los días los participantes recibían un correo electrónico que especificaba lo que consumía su líder, alimentos como mantequilla de almendra cruda, ensalada de espinacas con aceite de cáñamo y lentejas. Ni hablar de frutas, ya que las evitaba consumir por su alto contenido de azúcar natural.

Juan Antonio Capó Alonso | Flickr

Juan Antonio Capó Alonso | Flickr

Kate Bigam destrozó todo aquello de su despensa que contenía azúcar. En el supermercado compraba sólo los alimentos que estuvieran aprobados por el programa de desintoxicación incluso, hizo una lista de los alimentos y la puso de fondo en su celular para verlo con facilidad. Comía fiambres, batidos verdes, huevos revueltos, y cambió la leche entera por leche de soja.

“Al final de la desintoxicación, me sentí físicamente bastante bien. Me dormía más profundamente en la noches y parecía tener más energía durante el día. Mi cuerpo no estaba tan adolorido, e incluso mis alergias parecía haber encontrado alivio” contó, pero algo en ella no estaba del todo bien.

Kate reconoció que emocionalmente se sentía “miserable” .”Sí, quería comer mejor. Sí, quería estar consciente de lo que pasaba en mi cuerpo, pero para mí, vivir sin azúcar significaba renunciar a la alegría de los alimentos” dijo.

Durante la desintoxicación se aseguró de no comer nada que estuviese prohibido por el programa, pero eso significaba no salir a cenar con su novio ni reunirse con sus amigos para la “hora feliz” para no ser tentada por los carbohidratos, el alcohol, e incluso, las ensaladas de fruta. ” Me había convertido en una obsesionada con lo que comía, y no podía pensar en otra cosa” dijo, por lo que tomó una definitiva decisión.

Kate estuvo alrededor de un mes siguiendo el programa de desintoxicación, pero decidió no realizarlo más.

“La desintoxicación me dio un conocimiento valioso de los efectos negativos de azúcar en mi cuerpo, pero seamos honestos: Mi vida sin azúcar no duró más allá de 30 días. Decidí que habían maneras de incorporar mis nuevos hábitos saludables en mi estilo de vida cotidiana, lo que sin duda incluye azúcar” contó.