Un terremoto se registró en el Congreso con la filtración de una serie de prestamos o “adelantos”, como lo llamaron los parlamentarios involucrados, quienes posteriormente pagaron sin intereses el dinero adeudado.

Uno de los integrantes de la Cámara Alta involucrado en el caso sería el senador del MAS Alejandro Navarro, quien aseguró que no tiene nada que ocultar ya que esta figura no es ilegal ni éticamente reprochable. En la instancia indicó además que este préstamo lo solicitó en agosto de 2015 por un monto no superior a un millón de pesos y que ya está pagado.

Otro de los parlamentarios que utilizaron esta figura fue el diputado PPD Cristián Campos, quien clarificó que los 12 millones de pesos que pidió de “adelanto” fueron para solucionar un problema personal, que ya están pagados y que no ve cual es la gran polémica en este tipo de prácticas.

Opinión bastante diferente tiene el senador – y también PPD – Felipe Harboe, ya que aseguró que no sabía de este tipo de acciones, indicando además que es urgente modificar el sistema que lo permite debido a que a su juicio “no corresponde”.

Desde el gremialismo, el senador Víctor Pérez – también aseguró no saber que existía este sistema de préstamos - afirmó que “al parecer” éstas prácticas las sabían “solo algunos”, ya que nunca nadie lo mencionó.

El parlamentario afirmó que lo más importante es saber quien es el responsable de autorizar estos dineros, y concordó en la necesidad urgente de modificar el sistema y saber desde cuando que se utilizan estas prácticas que lo único que hacen es dañar aún más la imagen del Congreso.