La Unión Africana (UA) urgió el jueves a poner fin a la violencia en Burundi y advirtió que no toleraría un nuevo genocidio en el continente.

“África no tolerará que un nuevo genocidio ocurra en su suelo”, proclamó en un mensaje en Twitter el Consejo de Paz y Seguridad de la UA, que deliberaba en Adís Abeba (Etiopía) sobre la situación en Burundi.

El organismo se refería al genocidio ocurrido entre abril y julio de 1994 en Ruanda (un país vecino de Burundi), que dejó 800.000 muertos, principalmente de la minoría tutsi, por miembros de la etnia hutu.

También el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR), Zeid Ra’ad Al Hussein, alertó el jueves sobre el riesgo de una guerra civil y abogó por “sanciones” contra los responsables de atrocidades.

Burundi enfrenta una espiral de violencia desde abril, cuando el presidente Pierre Nkurunziza anunció su intención de presentarse a un tercer mandato, contrariando las disposiciones constitucionales y el Acuerdo de Arusha que puso fin a la guerra civil (1993-2006) entre el ejército dominado en ese entonces por la minoría tutsi y rebeldes hutus.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró el miércoles “muy preocupado por la escalada de violencia en Burundi”, un país que “está al borde de una guerra civil“.