Presidentes de izquierda de naciones latinoamericanas, invitados a la asunción de su par Mauricio Macri, un líder de la derecha liberal, valoraron este jueves la relación con Argentina, por encima de las ideologías.

“Más allá de las diferencias ideológicas y programáticas buscaremos con el nuevo presidente coincidir en políticas para ambos países, construir una confianza única y profundizar la integración regional”, dijo el mandatario de Bolivia, Evo Morales, en rueda de prensa al terminar las ceremonias de asunción en Buenos Aires.

Morales y otros de sus pares regionales compartieron en los últimos años las ideas y una visión del mundo similar con la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015), una peronista de centroizquierda que adhirió al llamado eje boliviarano.

“Las relaciones bilaterales con Argentina seguirán de lo mejor, más allá de las diferencias ideológicas. Nosotros respetamos las decisiones soberanas de los pueblos”, dijo el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

La relación personal entre Macri y Fernández no era tan mala en los últimos años, pero una discrepancia sobre cómo sería la ceremonia de traspaso del mando derivó en un pleito judicial.

Por orden de la justicia, Fernández cesó su mandato la medianoche de la víspera de la asunción, en un hecho inédito en la historia política argentina.

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, manifestó a la prensa su deseo de que ambos gobiernos tengan “excelentes relaciones como las que tienen ambos pueblos”.

“Las situaciones (políticas) no son constantes, no son rígidas. Si al gobierno le va bien, le va a ir bien a todo el pueblo argentino. Y hay más de 400.000 uruguayos que viven en Argentina”, dijo Vázquez.

Por su parte, la presidenta Bachelet dijo que el vínculo entre ambos países será “de hermanos y amigos, para seguir avanzando como lo estamos haciendo y profundizando”.