Bagdad pidió a Turquía que retire “de inmediato” las fuerzas enviadas para entrenar a grupos armados en el norte de Irak, país que quiere ayuda exterior para luchar contra la organización Estado Islámico pero preservando su soberanía.

Un comandante de las fuerzas kurdas en la región –que sí están aliadas con Ankara– restó importancia al despliegue y lo calificó de rutinario, pero un diario turco asegura que forma parte de un acuerdo para establecer una base militar permanente en la zona. 

Las fuerzas turcas fueron enviadas a Nínive, una provincia norteña controlada en buena parte por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). Los militares turcos llegaron en particular a una zona en manos de los kurdos, y que es reivindicada por el gobierno de Bagdad.

Sometido a fuertes presiones internas, el primer ministro iraquí Haider al Abadi reaccionó con dureza ante la presencia de fuerzas militares extranjeras en Irak. “Las autoridades iraquíes piden a Turquía (…) que se retire de inmediato del territorio iraquí”, afirma un comunicado de la oficina del primer ministro.

“Tenemos la confirmación de la entrada en territorio iraquí de fuerzas turcas, estimadas en un regimiento blindado, supuestamente para entrenar a grupos armados iraquíes, sin pedido ni permiso de las autoridades federales iraquíes”, señala el texto oficial.

El despliegue de esa fuerza “se considera como una seria violación de la soberanía iraquí”, añade.

Entrenamiento de rutina

El comandante de las fuerzas kurdas peshmergas en la zona, el general Nureddin Herki, aseguró que las tropas turcas llegadas forman parte de una rotación de rutina, en el marco de un programa de entrenamiento para reforzar la lucha contra el EI en la zona.

“Un equipo llegó al campamento para reemplazar al equipo precedente, y la misión de las (nuevas) fuerzas llegadas es proteger los entrenamientos y regresar a Turquía”, dijo el comandante kurdo en un comunicado.

Herki desmintió informaciones según las cuales un importante contingente de fuerzas turcas ha sido enviado para ayudar a retomar la cercana ciudad de Mosul, en manos del Estado Islámico.

Por su lado, la agencia turca Anatolia había afirmado que unos 150 soldados turcos llegaron el viernes a los alrededores de Mosul, gran ciudad del norte de Irak conquistada el año pasado por EI, para entrenar a tropas kurdas iraquíes.

El contingente turco, apoyado por entre 20 y 25 tanques, fue desplegado en la región de Bashika, añade Anatolia.

Según el diario turco Hurriyet, “Turquía ha establecido una base en la región de Bashiqa, en Mosul, con 600 soldados”. El diario asegura que ello fue producto de un acuerdo suscrito el mes pasado entre el presidente regional del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, y el entonces ministro turco de Exteriores, Feridun Sinirlioglu.

Las fuerzas peshmerga desplegadas en la zona de Bashiqa son leales al partido de Barzani, que a su vez tiene vínculos estrechos con Ankara.

Además, desde hace dos años y medio hay soldados turcos en el norte de Irak, en el marco de un acuerdo de cooperación para entrenar a los milicianos de la región autónoma del Kurdistán iraquí.

Las relaciones de Turquía e Irak han mejorado recientemente, pero siguen lastradas por las buenas relaciones de Ankara con Barzani –Irak exige soberanía sobre el Kurdistán iraquí– y por sus diferentes visiones sobre la guerra en Siria.

Abadi ha reiterado que Irak necesita ayuda en su lucha contra el EI, pero no quiere que esa ayuda se haga en desmedro de la soberanía nacional y de la integridad de su territorio.