Socorristas guatemaltecos pusieron fin este martes a la búsqueda de decenas de personas desaparecidas por un aluvión que sepultó el pasado 1 de octubre una aldea al este de la capital y dejó al menos 280 muertos, informó la protección civil.

“Por unanimidad (…) se acordó la suspensión de los trabajos de búsqueda y recuperación” de desaparecidos, dijo Alejandro Maldonado, titular de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), a cargo de la protección civil.

De acuerdo con el funcionario, unas 70 personas permanecen desaparecidas soterradas por el deslave en la aldea El Cambray II, perteneciente al municipio de Santa Catarina Pinula, 15 km al este de Ciudad de Guatemala.

La tragedia ocurrió la noche del 1 de octubre cuando un desprendimiento de tierra por las lluvias cayó sobre la comunidad. Unas 184 viviendas resultaron afectadas, 73 de ellas con daños severos, según datos de la Conred.

La cifra de personas desaparecidas ha ido variando desde entonces, y un día después del aluvión los socorristas tenían el reporte preliminar de unas 600 personas extraviadas.

Maldonado explicó que en los próximos días, las autoridades municipales deben decidir si la zona de la tragedia es declarada como cementerio, debido a las personas que quedaron sepultadas.

En paralelo, el gobierno anunció que prevé construir un proyecto de viviendas para trasladar a las familias afectadas por el deslave en un terreno en el municipio de San José Pinula, vecino a la región del deslave, que fue despojado al crimen organizado bajo la ley de extinción de dominio.

Desde la tragedia, casi medio millar de personas se encuentran resguardadas en albergues temporales.