Antes del plazo fijado, Endesa estaría en condiciones de comenzar a operar los filtros de tecnología avanzada para succión de agua en la central Bocamina II y que sería la solución definitiva al problema de ingreso de biomasa en esta termoeléctrica.

El 9 de julio de este año, y luego de 18 meses paralizada por orden judicial, la planta de 350 megawatts reanudó sus operaciones comerciales entregando energía al sistema interconectado central.

Esto fue posible tras obtener la Resolución de Calificación Ambiental por la Optimización Central y luego de introducir mejoras técnicas y ambientales ordenadas por la Corte Suprema y otras voluntarias, como el techado de las canchas de acopio de carbón.

De visita en Concepción esta semana, el Superintendente de Medio Ambiente, Cristian Franz, recordó que en el caso de Endesa hubo un extenso proceso sancionatorio que culminó con la aplicación de una multa de más de seis millones de dólares.

Sostuvo que hoy la entidad está fiscalizando las medidas propuestas que están funcionando como solución transitoria, porque para aquellas que serán definitivas la empresa tiene más plazo.

Pese a la información que maneja la Superintendencia, fuentes al interior de Endesa señalan que es efectivo que ya se cuenta con los filtros, pero que su instalación requiere todavía de un tiempo.

De acuerdo a esto, es probable que la operación definitiva de ellos no sea tan anticipada al plazo que se manejaba y que expira en enero.

Además de este sistema de filtros, Endesa fue conminada por la justicia a instalar un desulfurizador, mejoras cuantificadas en más de 150 millones de dólares y cuya supervisión encargó a la Superintendencia de Medio Ambiente.