La largas jornadas de trabajo, sumado a las horas que pasamos en el transporte público o mirando televisión, hacen que pasemos por cerca de 12 horas al día sentados sin hacer un mínimo de ejercicio.

El hecho de estar frente al computador escribiendo y seguir sentado en el bus camino a casa, provocan que no solo se atrofien los músculos, sino que tal conducta un tanto sedentaria, produce una mortalidad similar a la de los adictos al cigarro, pese a que vayas a que una vez a la semana vayas al gimnasio, hagas yoga o tomes tu bicicleta y salgas a pedalear.

Para revertir tal situación, la revista femenina Elle, publicó 4 ejercicios que debes contemplar en tu trabajo, gracias a los cuales marcarás la diferencia.

1- Cuando estés sentado levanta de forma regular las piernas

Primero debes sentarte de forma derecha en una silla, posterior a ello estirar las piernas y cruzar los pies. Tras hacer el ejercicio, levanta las piernas del piso hasta la altura de la cadera varias veces y manténlas en ese estado por un par de minutos. Cambia el cruce de los pies y repite por un par de veces.

2- Realiza torsiones aunque sea una vez al día

Para ello, debes pararte derecho, abrir las piernas al ancho de tus caderas y ubicar las manos en la cintura; al llegar a esa posición, gira el torso de derecha a izquierda. En caso que estés sentado, puedes subir una pierna a la silla acercando la rodilla al pecho, siempre manteniendo la espalda en una posición recta; acto seguido, girar el torso hacia el lado de la pierna que subiste manteniendo esa postura por un par de segundos.

3- Reducir el abdomen

Esto consiste en nada más que contraer el estómago, siempre asegurándose que se está haciendo correctamente. Para ello, lo ideal es sentarse o pararse de forma derecha, empujar los hombros hacia atrás y comprimir el abdomen junto a las costillas. Lo correcto sería aguantar el mayor tiempo posible, y se puede practicar durante varias veces al día.

4- Busca cualquier pretexto para caminar

Si tu trabajo te impide salir de la oficina, intenta caminar en cualquier momento. Mientras hablas por teléfono, cuando vas al baño o en tu hora de colación. El simple hecho de estar de pie y moverte un poco, hace que trabajen cientos de músculos de tu cuerpo que están quietos durante tu larga jornada de trabajo. Asimismo, atrévete a usar las escaleras y deja de lado el ascensor. Tal práctica diaria te ayudará de forma a mantenerte en forma.