Washington exhortó este viernes a República Dominicana a trabajar para evitar las deportaciones masivas y a actuar de forma transparente, tras un polémico proceso de registro para regularizar a inmigrantes que ha dejado a miles de personas ante la posibilidad de ser deportados.

La declaración estadounidense se produce luego de que reportes noticiosos señalaran este viernes que se retomaron las detenciones y deportaciones de inmigrantes en República Dominicana, así como que miles de indocumentados están abandonando el país hacia la vecina Haití.

República Dominicana concedió a los extranjeros indocumentados, en su gran mayoría haitianos, un plazo hasta el 17 de junio pasado para que se registraran ante las autoridades o enfrentaran la deportación.

“Exhortamos a República Dominicana a evitar las deportaciones masivas y a efectuar cualquier tipo de deportación de forma transparente y con respeto a los derechos humanos de los deportados”, dijo este viernes el portavoz adjunto del departamento de Estado, Mark Toner.

El departamento también urgió a las autoridades dominicanas a permitir que grupos como la Organización Internacional para las Migraciones y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados observen el proceso de deportaciones para asegurar que no haya discriminación y limitar el riesgo de que las personas se transformen en apátridas.

“Estamos profundamente preocupados de que individuos con derecho a la ciudadanía o a cualquier otra forma de ser elegibles para permanecer en República Dominicana no hayan tenido el tiempo suficiente para tener acceso al proceso de regularización y formalizar su estatus” migratorio, dijo Toner.

Los documentos migratorios han llegado de forma muy lenta desde Haití y las oficinas de registro en Dominicana se vieron saturadas por la multitud de los aspirantes a regularizar su situación dentro del plazo previsto.

En una carta enviada al secretario de Estado John Kerry el jueves, varios senadores estadounidenses le solicitaron su intervención en esta crisis y trabajar con Santo Domingo para “asegurar que el proceso es oportuno, eficiente y que incluya a todos los que hayan nacido en el país”.