Tras la denuncia que la Organización de Rescate y Conservación Ambiental, Orca Chile, realizó a través de BioBioChile este miércoles, donde se muestra la salvaje matanza de un lobo marino a manos de trabajadores de la empresa salmonera Yadrán, nuevos antecedentes surgen respecto de lo que podría ser una práctica sistemática contra esta especie protegida por la ley de caza.

En un video entregado por la ONG, se aprecia como funcionarios del mismo centro de cultivo anteriormente denunciado, flagelan a un lobo marino atrapado en las redes, hiriéndole con fierros, picas e incluso con un hacha, hasta que muera desangrado o ahogado.

Esta secuencia se suma a la entregada anteriormente, donde una nave alza por el cuello un lobo marino ya muerto, con el fin de abrirlo con un cuchillo e introducir peso en el cadáver del animal, a fin de que se hunda y no quede evidencia de su eliminación.

“Para ellos (salmoneras) el lobo marino es un cacho. Éstos se comen la producción, rompen las jaulas en los centros de cultivos. Es por eso que para las empresas lo más fácil es o balearlos o golpearlos hasta que se mueran”, indicó a BioBioChile el director ejecutivo de la organización, Zico Henríquez.

El directivo aseguró que ya se entregaron los antecedentes al Gobernador Marítimo de Aysén, además de realizar la denuncia en Sernapesca, con el fin de lograr el cierre del centro de cultivo o al menos la aplicación de una multa importante.

Empresa aludida anuncia investigación

Tras conocerse las imágenes, el gerente general de Salmones Yadrán, José Miguel Barriga, envió un comunicado a BioBioChile donde rechazan que estas acciones sean una práctica generalizada y anunciaron una investigación de los hechos.

“Condenamos enérgicamente esta irracional agresión o cualquier otra, no hay razones que justifiquen un acto como este. Entregaremos todo nuestro apoyo a la autoridad competente para investigar esta situación y determinar responsabilidades. Esto sin perjuicio de que nuestra empresa ya ha iniciado una investigación tanto interna como a los prestadores de servicios para verificar los hechos sucedidos”, señala el ejecutivo.

En la misiva, Barriga asegura que la empresa se rige por estrictas políticas medioambientales que transmiten a sus trabajadores y empresas proveedoras, por lo que este tipo de actos es “no sólo totalmente ajeno a la regulación, sino que a los principios éticos de nuestro directorio”.

Concluye indicando que de comprobarse responsabilidades, aplicarán las sanciones que establece su reglamento interno además de las que determine la justicia.

Consultado respecto a la denuncia de Orca Chile respecto de que el trabajador que filtró las imágenes habría sido despedido e incluso recibido amenazas, por lo cual se estampó una constancia en la PDI y se solicitó protección policial a la fiscalía, la empresa indicó que hasta al momento, el autor sería un contratista despedido en enero de este año, por lo que su desvinculación no tendría relación con el material entregado a la prensa.