Un predio indígena de cinco hectáreas en la localidad de Coñaripe fue devuelto este mediodía a su propietaria María Luisa Trafiñanco, quien en 1984 sustrajo un contrato de arriendo por 99 años con la Fundación Mi Casa.

La devolución se gestó luego que Trafiñanco demandara al organismo privado ante el tribunal de Panguipulli, solicitando el término del contrato amparada en la nueva ley indígena, que permite un plazo de arriendo único de 5 años, según dio a conocer su abogada Viviana Soto.

Al comenzar el proceso judicial, la Fundación desistió de continuar con acciones, entregando de manera voluntaria el predio. En la instancia, su abogada Viviana Soto, indicó que hasta la fecha Conadi no ha realizado el estudio requerido por el Ministerio de Justicia en el año 1993, a objeto de determinar si estos contratos eran o no simulados, los cuales continúan siendo alegados como legítimos y vigentes ante tribunales.

Soto agregó que junto a al abogado Jorge Acuña continúan trabajando en otras 20 demandas similares en Panguipulli, Temuco y Villarrica, convirtiéndose este caso en la primera devolución de tierras por la vía judicial.