El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, afirmó temer una “escalada” de tensión entre Rusia y las potencias occidentales, en una entrevista difundida el miércoles.

Si bien la Guerra Fría se acabó hace ya 25 años, “los viejos reflejos de esta época siguen vivaces”, lamentó el ministro alemán en el portal internet del semanario alemán Der Spiegel.

Steinmeier llamó a no “ceder ante tales reflejos” y a evitar “precipitarse en una escalada de palabras y luego de actos”.

El anuncio de Rusia de un despliegue para finales de año de 40 nuevos misiles balísticos intercontinentales “es inútil y, obviamente, no contribuye a la estabilidad y la distensión en Europa”, insistió el ministro alemán.

“Tenemos que evitar que todo lo que hemos construido tras la caída del Muro de Berlín en nuestra Europa pacificada (…) se destruya en poco tiempo, tras estallar la crisis en Ucrania”, agregó.

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó el martes que Rusia tendrá de defenderse si está amenazada.

“Si alguien amenaza algunos de nuestros territorios (…), tendremos que orientar a nuestras fuerzas armadas y nuestras fuerzas de ataque modernas en esos territorios de los que viene la amenaza”, dijo Putin. “Es la OTAN que llega a nuestras fronteras y no nosotros”, agregó.

La crisis en Ucrania ha elevado las tensiones entre Rusia y las potencias occidentales a un punto desconocido desde el final de la Guerra Fría.

Kiev y sus aliados acusan a Moscú de mandar tropas y armamento para respaldar a los separatistas del este de Ucrania, aunque Rusia siempre lo ha negado.

A raíz de la crisis ucraniana, la OTAN decidió poner en marcha ejercicios militares dirigidos por Estados Unidos en Polonia y los países bálticos. Estos últimos formaron parte de la Unión Soviética hasta comienzos de los años 90. Estos ejercicios comenzaron a principios de mes.