Más de 220.000 personas murieron desde el inicio en Siria de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad en marzo de 2011, anunció el jueves el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Hemos contabilizado 222.271 muertos desde el inicio de la revuelta”, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH, una ONG que dispone de una amplia red de fuentes en Siria.

Según Rahman, el número de muertos entre los civiles se eleva a “67.293, entre ellos 11.021 niños”.

Entre los combatientes antirrégimen, fallecieron 39.848 rebeldes sirios y 28.253 eran yihadistas extranjeros, según el OSDH.

Entre las fuerzas prorrégimen, la ONG contabiliza 46.843 soldados muertos, 34.872 milicianos de las Fuerzas de Defensa Nacional, 682 miembros del Hezbolá chiita libanés y 2.844 milicianos chiitas venidos de otros países.

El recuento no incluye los 20.000 desaparecidos, según el OSDH.

El conflicto sirio entró en marzo en su quinto año con un régimen que sigue actuando de forma brutal, ante la pasividad de la comunidad internacional, más preocupada ahora por las atrocidades del grupo yihadista Estado Islámico (EI).