Hablando por primera vez respecto a la situación en la que se encuentran los controladores del Grupo Penta, el ex presidente de la República, Sebastián Piñera, destacó los lazos de amistad que aún mantiene con Carlos Alberto Délano, quien se encuentra desde el pasado sábado en prisión preventiva en el Anexo Capitán Yáber.

“Carlos Alberto Délano ha sido, es y va a seguir siendo mi amigo. Nos conocimos hace 40 años en la universidad. Nuestras mujeres son amigas, nuestros hijos son amigos, nuestros nietos son amigos, y eso no va a cambiar. Pero también estoy consciente que él está formalizado y tendrá que enfrentar un juicio”, aseguró a la prensa el ex mandatario.

Por lo mismo, no descartó ir a visitar a Délano “en el momento oportuno”, sin aclarar si esta eventual visita la efectuará en el recinto penitenciario donde se encuentra junto a Carlos Eugenio Lavín y otros cuatro formalizados por fraude tributario y otros delitos.

En este marco, Piñera destacó la creación de la Comisión Asesora que buscará crear propuestas para crear normas en torno al vínculo de la política y los negocios, presentada por la presidenta Michelle Bachelet que lo invitó a la ceremonia.

“La comisión va a ser un aporte importante, significativo”, afirmó, subrayando que “se requiere una institucionalidad que permita fiscalizar detectar y sancionar” las irregularidades en este ámbito.

Piñera descartó referirse a la situación que enfrenta el que fuera el subsecretario de Minería durante su administración, Pablo Wagner, pidiendo que se deje actuar a la justicia.

A la ceremonia también fue invitado el ex presidente Ricardo Lagos, que recordó el bullado Caso MOP-GATE.

“Me tocó algo parecido hace 12 años atrás”, sostuvo en conversación con la prensa, y aseguró que las normativas aprobadas en ese entonces por el Congreso “no eran satisfactorias para muchos de nosotros, pero es lo que se logró aprobar”, llamando a los parlamentarios a recoger las propuestas en esta temática.

El ex mandatario, sin embargo, no quiso referirse explícitamente a la compra de terrenos en Machalí por parte de la sociedad Caval, propiedad de Sebastián Dávalos Bachelet y su esposa Natalia Compagnon.