El director del Servicio de Salud de Viña del Mar – Quillota, Francisco Acevedo, calificó de “quebrada” la relación entre la comunidad y los médicos del Hospital Adriana Cousiño de Quintero, lo que se acentuó con la grave agresión que el pasado 17 de febrero sufrió Maximiliano Mertensel, uno de los médicos del recinto.

A fin de buscar soluciones al conflicto se reunieron autoridades del servicio y de la región. En este sentido, afirmó que para trabajar en reconstruir la relación, se instruyó la elaboración de un diagnóstico de la situación y búsqueda de soluciones a cargo de psicólogos y sociólogos.

Los facultativos médicos están temerosos de seguir trabajando en el hospital, por lo que han requerido una serie de medidas de seguridad. Es por ello que el gobernador provincial de Valparaíso, Omar Jara, se reunió con las policías para coordinar el apoyo que brindarán a la unidad hospitalaria.

En materia de equipamiento serán instalados 26 botones de pánico, 8 cámaras de vigilancia, se habilitará un cierre automático de puertas e instalación de señalética. Aunque la autoridad provincial reconoció que lo más preocupante es que exista miedo de los facultativos hacia la propia comunidad que deben atender.

En relación a la querella por lesiones graves interpuesta por el médico agredido; el director del servicio de salud viñamarino, señaló que no tienen conocimiento de plazos y avances, ya que es un proceso que lleva la Fiscalía, pero está en curso, afirmó.