Estados Unidos carece “hasta ahora” de evidencias que confirmen la declaración del grupo Estado Islámico, según la cual una rehén estadounidense murió en un bombardeo realizado por un avión jordano en Siria.

“Estamos, por supuesto, muy preocupados por esos reportes. No tenemos hasta ahora ninguna evidencia que corrobore lo dicho por EI”, dijo Bernardette Meehan, vocera del Consejo Nacional de Seguridad.  

El grupo EI afirmó este viernes que una mujer estadounidense que estaba en su poder, Kayla Mueller, murió durante un bombardeo en Siria llevado a cabo por la coalición internacional que combate a los yihadistas.

En Estados Unidos, la familia de Kayla Mueller confirmó que la joven, una trabajadora humanitaria de Arizona (suroeste) fue secuestrada por el EI en Alepo en Siria el 4 de agosto de 2013.

Según la familia, que pidió a los medios cautela sobre este caso, Mueller había llegado en diciembre de 2012 a la frontera turco-siria para trabajar con dos ONG que ayudan a los refugiados sirios, Support to Life y Danish Refugee Council.

En mayo de 2014, la familia recibió una confirmación de su cautiverio y una prueba de vida.

Según un comunicado publicado en varios sitios en internet pertenecientes a los yihadistas, la mujer quedó sepultada bajo los escombros tras una operación aérea llevada a cabo por Jordania en Raqa, la capital del califato autoproclamado por el grupo yihadista Estado Islámico.  

El comunicado firmado por la oficina de información de Raqa no contiene fotos del cuerpo de la rehén, aunque si tiene imágenes de un edificio destruido, con una leyenda que precisa que la ciudadana estadounidense estaba retenida allí.

Jordania, parte de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, anunció el jueves que realizó varios ataques aéreos contra posiciones de EI en Siria e Irak después de que los yihadistas difundieran imágenes de la ejecución del piloto secuestrado por el grupo, que fue quemado vivo dentro de una jaula. 

EI ha reivindicado, entre otras, la ejecución de tres estadounidenses (dos periodistas y un trabajador humanitario), dos cooperantes británicos, dos rehenes japoneses y un piloto jordano.