SpaceX abortó este martes a último minuto el lanzamiento del Falcon 9, posponiendo su ensayo de aterrizaje controlado de un nave espacial, debido a un problema en el cohete impulsor.

“El asunto obligó a detener la cuenta atrás”, señaló el analista de la NASA George Diller. La causa del problema no fue de inmediato explicada por SpaceX que se limitó a señalar que se trataba de una “anomalía” en el cohete.

“Un vector de control de la segunda sección del Falcon 9 no funcionó como se esperaba, lo que llevó a abortar el lanzamiento”, dijo por su parte la NASA en un comunicado.

“SpaceX evalúa el problema y determinará cuándo se realizará el lanzamiento”.

La firma con sede en California dirigida por el empresario Elon Musk podría intentar nuevamente el lanzamiento el viernes y minutos después encender nuevamente los motores de la primera sección para aterrizar en una plataforma flotante a unos 322 kms de las costas del norte de Florida.

Complicada maniobra

SpaceX, que trabaja desde hace dos años en el desarrollo de tecnologías que permitan recuperar la primera sección de sus cohetes a fin de reducir significativamente los costos de los lanzamientos, ya ha logrado posar suavemente el Falcon en septiembre de 2013 y dos veces este año.

Pero lograr un aterrizaje preciso sobre una plataforma flotante en el océano es “mucho más difícil”, explicó la empresa a través de un comunicado previo.

SpaceX

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“Controlar la primera etapa del Falcon, que mide más o menos el equivalente a un edificio de 14 pisos y avanza a 2.092 Km por segundo (…), es como tratar de dominar un palo de escoba apoyando un extremo en la mano durante una tormenta”, comparó.

Será la primera de una serie de pruebas similares que permitirán poner a punto una primera sección del Falcon 9 enteramente reutilizable.