Por lo menos 160 niños perdieron la vida en 2014 en ataques a colegios en Siria y casi 2,4 millones se vieron obligados a interrumpir su escolaridad debido a la guerra, denunció este martes Unicef en Ginebra.

“Entre enero y diciembre, hubo al menos 68 ataques a colegios que mataron a por lo menos 160 niños e hirieron a otros 343″, declaró en una rueda de prensa el portavoz de Unicef, Christophe Boulierac.

Precisó que estas cifras están “sin duda subestimadas debido a la dificultad de acceder a la información”.

Según Unicef, entre 2,1 y 2,4 millones de niños no pueden ir al colegio en Siria debido a la inseguridad reinante.

“Los colegios deben seguir siendo zonas de paz y de confianza para los niños, sin miedo a resultar heridos o a morir”, afirmó Unicef.

La organización de la ONU afirma estar especialmente preocupada por las zonas bajo control total o parcial del grupo Estado Islámico (EI), sobre todo las provincias de Raqa, Deir Ezor y parte de Alepo.

“Alrededor de 670.000 niños se ven muy afectados” en estas zonas, explicó Boulierac.

La guerra comenzó tras la represión brutal de las manifestaciones pacíficas que en marzo de 2011 pedían la dimisión del presidente sirio Bashar al Asad.

Los rebeldes se enfrentan al régimen de Asad y a grupos yihadistas, que a su vez atacan tanto a las fuerzas gubernamentales como a los insurgentes “moderados”.

La violencia ha causado más de 200.000 muertos en casi cuatro años, según la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).