Conmoción provocó en el mundo de la moda la muerte de la modelo de origen checo Katerina Netolicka, quien fue encontraba sin vida en la tina de su departamento junto a los cadáveres de sus dos perros.

El cuerpo de la maniquí, conocida por ser rostro de marcas como L’Oreal y Prada, fue descubierto por su hermano, quien al no poder establecer contacto con ella decidió visitarla en su hogar en Litvinov (República Checa).

La mujer de 26 años vivía junto a su novio, el jugador profesional de hockey Jakub Petruzalek, con quien mantuvo una relación por cinco años. Según informó el diario británico Daily Mail, al momento de la muerte de Netolicka, el deportista se encontraba en Rusia junto a su equipo Avtomobilist Yekaterinburg.

La policía señaló que aún se desconocen las causas de la muerte, aunque se pidió una autopsia para investigar el caso.

Según comentaron cercanos a la joven, quien comenzó su carrera hace 10 años, Katerina atravesaba por un periodo difícil y además tenía un historial de depresión.